Una fuerte ola de calor asedia el centro del país desde hace 4 días, por primera vez el SMN emitió un alerta violeta y el impacto de este evento puede revertir la mejora en la condición de los cultivos de la región núcleo, señala un informe de la Guía estratégica para el Agro, que elabora la Bolsa de Comercio de Rosario.
Hasta el jueves pasado, se mantenían temperaturas mínimas menores a los 22°C, valor a partir del cual se considera ola de calor. Las noches eran frescas, limitaban la pérdida de agua y daban una ventaja a los cultivos de la región en este enero del 2021.
Pero a partir del viernes 22, las mínimas treparon por encima del umbral, sobre todo en el este de la región. Y las máximas fueron arrolladoras. El otro parámetro que define una ola de calor, temperaturas máximas por encima de los 32°C, y estos valores fueron ampliamente superados. Las máximas registradas en los últimos 4 días en la región núcleo superaron los 36°C. La franja este alcanzó casi los 40°C. En las últimas 96 horas, durante la mitad de ese período (48 horas) los termómetros permanecieron por encima de los 30°C. El grado de insolación fue cercano a las 13 horas de sol diarias y en los máximos cenitales se superó los 1000 W/m2.
¿Cuál es el impacto de la ola de calor en la región?
Habrá un saldo negativo sobre la disponibilidad hídrica de los cultivos, La entidad rosarina puntualiza en su informe que para las 10 millones de hectáreas que conforman la región núcleo esta ola de calor significa una pérdida aproximada de agua en el suelo de 7 a 8 milímetros diarios. La región núcleo perdió por evapotranspiración un valor cercano a los 30 milímetros que equivalen al 60 % de los acumulados recibidos en las últimas lluvias.
El impacto en los cultivos
"Habrá pérdida de peso en el llenado de granos de maíz. Necesitamos que las lluvias de ésta semana frenen la caída en rinde", dicen los técnicos de Marcos Juárez. En soja de primera, "hay lotes con "rodeos" de plantas estresadas. Se necesitan urgente lluvias superiores a 50 mm para continuar con el ciclo en forma más o menos normal", agregan. En San Antonio de Areco, en el noreste bonarense, "en estos últimos 10 días se evapotranspiró toda el agua que dejaron las lluvias. Los maíces están muy afectados", advierten los ingenieros. Allí, la soja se había recuperado muy bien con las lluvias anteriores, "ahora se frenaron de nuevo".
En zonas dónde las lluvias fueron más generosas, como en Cañada Rosquín, "los cultivos se encuentran sin sufrir un gran estrés por el calor. Pero se necesitan lluvias de 20 a 30 mm porque estamos transitando la etapa reproductiva de los cultivos".
¿Podrán recuperarse los milímetros perdidos con las lluvias que se pronostican?
La necesidad inmediata para los cultivos es de 30 a 50 mm. Entre martes 26 y miércoles 27 se espera un evento de lluvias sobre la región núcleo y que las temperaturas finalmente desciendan. Pero los pronósticos no son optimistas como hace quince días atrás.
Los modelos muestran lluvias en el orden de los 10 a 20 mm, con lo cual no se recuperaría la pérdida de agua que ha ocasionado la ola de calor. Hay otro evento de lluvias pronosticado para los días viernes 29 y sábado 30, tal vez con más chances de recuperar milímetros.