En sintonía con las estimaciones que indican un incremento en el área de siembra del trigo 2020-2021, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que las exportaciones de este complejo ascenderán a USD3.100 millones, y representarán un ingreso de divisas clave para el Gobierno hacia el final de este año, con una producción estimada de 22 millones de toneladas, un 15% superior a la de 2019.
El inicio de la campaña de granos 2020-2021 muestra muy buenos pronósticos de siembra para este cereal, que oscila entre las 6,8 millones de hectáreas estimadas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y las 7 millones de hectáreas que proyectaron tanto el Ministerio de Agricultura nacional como la propia BCR.
Más allá de algunas tensiones en las últimas semanas ante rumores de intervención oficial en el mercado, la vuelta a un formato de Junta Nacional de Granos o la salida del bloque Mercosur, lo cierto es que la cadena de valor de este cultivo tiene razones de peso para esperar un ciclo récord.
La siembra del cereal ya puso primera y se espera que, alentados por el valor de los fertilizantes, los productores incorporen tecnología en sus cultivos.
Los economistas consultados por este medio coincidieron en que las autoridades nacionales buscarán brindar las condiciones para que la campaña fina se desarrolle sin sobresaltos. "El Gobierno necesita entrada de fondos frescos a fin de año", explicó Matías Lestani, economista de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). El volumen de ingresos que genera el complejo triguero es similar al de la industria frigorífica, que en 2019 cerró exportaciones por un monto aproximado de USD3.600 millones, de acuerdo con estimaciones privadas.
Desde la esfera pública y privada existe unanimidad en cuanto a reconocer que existe un escenario con buenos precios internacionales, demanda de mercados externos y sin indicios que permitan visualizar una suba en los derechos de exportación de este cultivo, que se encuentran en el 12%. En la campaña anterior, de acuerdo con estadísticas oficiales, la cosecha de trigo fue de 19,75 millones de toneladas, el registro más alto de toda la historia para este cereal.
De acuerdo con la entidad bursátil rosarina, si se cumplen las proyecciones de 22 millones de toneladas para la cosecha del cereal, se podrían exportarán 14,5 millones de toneladas. Esta cifra se ubica en más de 2 millones de toneladas respecto de las ventas externas de la actual campaña y supera en 1,7 millón de toneladas al récord de 12,8 millones de toneladas del ciclo 2016-2017. La BCR estimó que el ritmo de comercialización del stock triguero de la próxima campaña será veloz y se concentrará durante los tres primeros meses.
De mantenerse esta producción de 22 millones de toneladas, la BCR estimó que descontado el saldo exportable de 14,5 millones de toneladas, se destinarán 6,6 millones de toneladas para el mercado interno y el resto para semillas. De no mediar incidencias climáticas, y si el cultivo alcanza un rinde promedio a nivel nacional de 3.190 kilos por hectárea, el ingreso de divisas sería de USD3.100 millones, de los cuales USD2.875 millones corresponderían a granos y USD225 millones a ventas de harina.
Autor : Andres Lobato