Dos compartimentos ovinos de alta bioseguridad, embarcan hoy alrededor de 800 corderos con destino a faena, mientras sigue creciendo el número de interesados en desarrollar esta herramienta sanitaria, creada por Uruguay, para aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados de alto valor para la carne ovina.
La meta de producir y faenar 20.000 corderos este año, cuyo destino será exportar su carne con hueso a Estados Unidos -cabe la posibilidad de que abran otros mercados- sigue en pie, sin importar la pandemia del COVID-19 que altera el comercio mundial.
"Los compartimentos ovinos están trabajando más allá de la incertidumbre que genera la pandemia. Desde el año pasado se venían desarrollando acuerdos comerciales y ajustando los operativos con la industria frigorífica, para darle mayor seguridad", explicó a El País Jorge Bonino Morlán, asesor privado, extécnico del Secretariado Uruguayo de la Lana y excatedrático de la Facultad de Veterinaria.
En 2019 los precios de la carne ovina estuvieron fuertemente influenciados por la demanda inusual de China y este año se ajustaron levemente a la baja, pero continúan siendo buenos para el negocio.
Bonino recordó que en enero y febrero de 2020, hubo faenas de corderos de los compartimentos ovinos de alta seguridad, emprendimientos privados, pero auditados bajo estrictas normas de bioseguridad y sanidad por la Dirección General de Servicios Ganaderos, en el marco de esfuerzo público-privado que puso a Uruguay a la vanguardia.
A su vez, en los compartimentos que ya están funcionando siguieron entrando corderos para engorde y posterior faena. La industria manifestó la necesidad de contar con una producción de alrededor de 15.000 corderos anuales, para poder mantener negocios con mayor fluidez.
"La meta de 20.000 corderos se va a cumplir porque a la fecha van faenados alrededor de 5.000 corderos y se estima que a fines de junio se estará con una faena de entre 10.000 y 20.000 corderos", aseguró el asesor privado que ha hecho punta en la instalación y supervisión de compartimentos ovinos de alta bioseguridad. Con esta herramienta, se brindan mayores garantías científicas a los mercados, dejando claro que no hay circulación viral de fiebre aftosa y se demuestra que trancar el ingreso de carne con hueso de un país libre de aftosa con vacunación, es más una barrera política.
Faenas
Más allá de las faenas de esta semana, hay otros lotes de corderos que están ingresados en los compartimentos y cumplen las cuarentenas. El mes que viene, hay otras faenas importantes en Frigorífico "Las Piedras"; la de mañana se hará en Frigorífico "San Jacinto". Hasta el momento son dos las empresas que apuestan a faenar los corderos, pero hay interés de otros frigoríficos en sumarse al negocio.
Por ahora el mercado de Estados Unidos está absorbiendo carcasas de hasta 18 kilos, pero ya hay un frigorífico que entró en el segmento de negocios con carcasas de hasta 22 kilos, lo que facilita las cosas al productor y reduce costos.
"La demanda por carne ovina de alta calidad está y eso es lo más importante", destacó Bonino. Mientras tanto, otros compartimentos siguen en vías de ser habilitados por el Ministerio de Ganadería para comenzar a funcionar.
Más que limitantes a nivel de mercados y de demanda, la barrera que hoy opaca el crecimiento es la falta de corderos. "Se está haciendo muy difícil poder conseguir corderos, hay que producir más, porque el negocio es interesante y ya existe un diferencial de valores cuando los corderos tienen por destino el compartimento", detalló Bonino.
Las dificultades para conseguir cordero radica en que el mismo productor los inverna o los retiene, principalmente si se trata de animales de lana fina, jugándose a incrementar el número de capones y producir más lana. "Saca menos refugo de hembras a la venta. En emprendimientos puntuales donde estamos participando y se demanda vientres, se hace bastante difícil la obtención", remarcó.
Fuente: Rurales El País