Muy temprano en la mañana, Leonel Graff en Venados Grandes, bien al sur de la provincia, comienza la siembra de trigo. "Me juego, es un cultivo que me atrae y me sirve", dice a NORTE RURAL.
"Ya sembramos una tanda de 200 hectáreas que ya está afuera y otra tanda la haremos el 5 de junio aproximadamente con la otra luna", cuenta mientras indica un lote que aún no tiene piso para poder cosechar el algodón que está listo para la zafra.
Leonel es uno de los tantos productores chaqueños que apuesta por este cultivo de invierno, y aprovecha el lote que se le inunda desde hace varios entre diciembre a febrero, con un buen nivel de humedad, a lo que añade otro factor: "estamos tratando de idear algo para fertilizar", con el biofertilizante que lleva a cabo como emprendimiento productivo en su criadero de cerdos.
En Avia Terai, el productor Orlando Sabonik avanza con la siembra del cultivo y también hace servicios a terceros, estimando que en el Departamento Independencia puede haber un incremento en la superficie comparada con la campaña anterior. En todo el territorio provincial ya se implantaron 7.160 de las 100.900 estimadas por el Ministerio de Producción de la provincia.
Apuntando a las 100.000 hectáreas
El trigo sigue creciendo en importancia en esta provincia, que va logrando sistemáticamente ser primicia nacional del cultivo. Aunque algunos técnicos sostengan que el trigo no es agronómicamente aconsejable para el Chaco, va marcando un nivel de importancia en esta provincia.
El cultivo, que en el Chaco la mayoría de los productores lo utilizan para cobertura, en 2019 ha vuelto a ser primicia nacional. Alejandra Weiss, especialista en cereales y oleaginosas de la E.E.A INTA Sáenz Peña, dice que "el trigo logró extenderse por todo el mundo gracias a su capacidad de adaptación", y agrega que "aunque es un cultivo de estación fría, en la actualidad se ha extendido ampliamente por todo el mundo gracias a su capacidad de adaptación.
Las condiciones de crecimiento son muy variadas, no sólo por las regiones climáticas y altitudes ampliamente generalizadas, sino por la variabilidad de los tipos de suelo y el manejo de cultivo".
Los requerimientos de vernalización y fotoperiodo son factores claves para "seleccionar las variedades de trigo ya que, junto a la temperatura ambiental, determinan la duración del ciclo del cultivo". Explicó que al igual que todos los demás cultivos, el trigo también tiene un período crítico o período de crecimiento de la espiga, comprendida unos 20 días previos a la antesis y siete días posteriores a la misma.
Durante ese período se define el componente de rendimiento más importante que es el número de granos. La estrategia productiva es entonces ubicar ese periodo en el momento en que mayor oferta de recursos ambientales (agua, radiación, nutrientes, etc.) se pueden tener en los ambientes.