La versión preliminar de la estrategia de la Unión Europea Farm to Fork, que será presentada oficialmente el 20 de mayo, destaca que respaldará la creación de «alimentos sostenibles y novedosos para humanos y animales», donde se menciona a los insectos como una opción innovadora de enorme potencial.
«Para reducir el impacto ambiental y climático de la producción de proteínas animales, la Comisión facilitará la comercialización de innovadores aditivos para nutrición ganadera que ayudan a reducir la huella de carbono, la contaminación del agua y el aire y la emisión de metano de la ganadería», escribió el portal Euroactiv citando un borrador del documento.
También mencionó explícitamente los insectos, diciendo que «examinará las reglas de la UE para fomentar el reemplazo de materiales de alimentación críticos (por ejemplo, soja en tierras deforestadas) por materiales de alimentación más sostenibles como los insectos», agregó.
Constantin Muraru, miembro de la plataforma internacional de insectos para alimentos y piensos (IPIFF) - una organización sin fines de lucro de la UE que representa los intereses del sector de producción de insectos, destacó que aunque recientemente ha habido un gran revuelo sobre el potencial que tienen los insectos como producto alimenticio para el consumo humano, se ha prestado mucha menos atención al papel que los insectos podrían desempeñar como alimento para animales, donde tienen un «enorme potencial».
«Actualmente, la UE depende en gran medida de la importación de granos, pero la interrupción en los últimos meses con el brote de coronavirus ha hecho cada vez más evidente que debemos buscar que nuestra agricultura sea más autosuficiente», dijo a Auroactiv.
«Los insectos se pueden producir localmente y son un alimento altamente nutritivo y rico en proteínas que se puede producir en grandes cantidades en un área pequeña», dijo, y agregó que esto ayuda a mejorar tanto la autosuficiencia como la resistencia de los sistemas alimentarios.
Además, destacó el papel que pueden desempeñar los insectos en la creación de una economía circular, concretamente al reciclar productos alimenticios descartados en ingredientes valiosos para las cadenas agroalimentarias.
Según un documento publicado por IPIFF, hasta un tercio de los desperdicios de alimentos generados hoy, o alrededor de 20 millones de toneladas, podrían ser adecuados para su uso en la cría de insectos.
Esto podría ayudar a reducir la carga del desperdicio de alimentos en la UE, maximizando así la eficiencia de las cadenas alimentarias, agregó el portal.
Sin embargo, el uso de insectos para la producción de proteínas animales es limitado ya que no está autorizado para su consumo en ciertos animales, como las aves de corral y los cerdos. A pesar del hecho de que los insectos suelen estar presente en forma natural en las dietas de muchos animales de granja, como los peces y las propias aves de corral.
«Muchos animales han evolucionado para desarrollar un comportamiento de alimentación que incluye insectos, lo que indica que son una parte importante de su nutrición», dijo Muraru.
El especialista agregó que hay crecientes evidencias que muestran que suplementar las dietas de los animales con insectos puede ayudar a mejorar notablemente el bienestar animal.
Un estudio reciente mostró que agregar insectos a la dieta de las aves de corral puede ayudar a reducir la incidencia del «picoteo de plumas», es decir, cuando un pájaro picotea o tira de las plumas de otro, lo cual es un problema común con los pollos criados comercialmente.
Muraru también enfatizó que la proteína de insecto podría ser un alimento esencial para apoyar la expansión del sector orgánico, que se espera que esté presente en gran medida en la estrategia de Farm to Fork.
«Los insectos definitivamente podrían ayudar a apoyar el sector orgánico y ayudar a mantener una dieta más natural para los animales de granja», dijo, y agregó que incluso puede ser más fácil tener insectos orgánicos certificables «dado que se cultivan en condiciones controladas».
Sin embargo, los insectos para la alimentación animal no son aptos para la certificación orgánica por ahora. «Esperamos en el futuro poder ser certificados como orgánicos y ayudar a contribuir al sector orgánico, aunque por ahora, el mayor obstáculo es ser autorizado para su uso en la agricultura convencional», dijo Muraru.
Fuente: Bioeconomía