Aunque al principio el precio de la cebada forrajera se vio sostenido por la fortaleza del trigo, en las últimas semanas en el hemisferio norte se ha registrado una caída de la cotización como consecuencia de la incertidumbre respecto de: la demanda forrajera, dada la caída del precio del maíz (principal grano forrajero) y de la demanda con uso industrial, dada la fuerte caída del consumo de cerveza. Las condiciones de sequía en Europa, Rusia y Ucrania moderan la caída.
Para el nuevo ciclo 2020/21, la producción mundial mermaría un 3% interanual respecto del récord de la campaña previa como consecuencia de la menor rentabilidad. El mayor productor del mundo, la U.E., mostraría una merma del 3,2%, Rusia, Canadá y Ucrania disminuirían sus volúmenes en 0,7; 6,6 y 17,1% interanual respectivamente.
Para Australia se espera una suba del 8,7% interanual. Además, el CIG recortó sus estimaciones mundiales en 1,2 M Tn. El consumo mundial subiría un 1,7% interanual aunque no se descartan ajustes dada la incertidumbre respecto a la demanda del futuro. En el mes de abril, el recorte fue de 0,4 M Tn.
A nivel nacional, se proyecta una reducción de la superficie del 5% interanual a unas 950.000 Ha. Las buenas perspectivas climáticas y una mejora en la relación insumo-producto para el trigo harían que se incremente el área destinada a este cultivo en detrimento de la cebada.
Las primeras estimaciones dan cuenta de un rinde promedio a nivel nacional de 4.140 Kg/Ha. La producción esperada es de 3,75 millones de toneladas es decir un 7% más interanual.
También, en la región de influencia de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca, aunque se mantendría el área destinada a los cultivos de fina para el ciclo 2020/21, dado el escenario climático y los precios favorables para el trigo, disminuiría la superficie de cebada a favor del trigo.
