El extremo calor y la grave sequía que está afectando a esa región provocó que a partir del miércoles más de 10.000 ejemplares de camellos fueran sacrificados. La medida se extenderá durante cinco días. Algunos caballos salvajes también serán sacrificados.
Los cazadores, que disparan con armas de fuego desde helicópteros a miles de camellos en el sur de Australia. pertenecen al Departamento para el Ambiente y el Patrimonio de Australia.
Esto se produce después de que comunidades aborígenes en la región denunciaran que grandes grupos de camellos estaban dañando sus infraestructuras en su búsqueda de agua.
El calor y la sequía han provocado incendios masivos en Australia en los últimos meses, pero la sequía se ha prolongado durante años. Es por eso que la matanza de camellos no está directamente relacionada con la crisis de los incendios.
El sacrificio se efectuará en la reserva de Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY), un área donde viven varios grupos dispersos de indígenas.
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Estos camellos no son nativos de Australia. Los colonos británicos los trajeron desde India, Afganistán y Oriente Medio en el siglo XIX.
El número de camellos puede variar, pero se estima que hay cientos de miles de ejemplares en toda la parte central del país.
Los camellos dañan los asentamiento humanos, incluyendo vallas y equipamiento agrícola. Además, se beben el agua que necesitan las personas que habitan esas zonas.
También emiten gas metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
En una entrevista con la cadena ABC, Richard King dijo que se aprovechará el momento en que los camellos se acerquen al agua para matarlos.
"Eso nos brinda la oportunidad de cazarlos cuando están juntos, porque normalmente se desplazan por el desierto en manadas pequeñas", explicó King.
Fuente: BBC