Hasta el 2002, antes de la aparición de la siembra directa, el concepto de "agricultura" se vinculaba a la imagen de un hombre en un tractor. Hoy, en cambio, se trata de una actividad que permite pensar en algo mucho más amplio y más digitalizado. Así como otras revoluciones tecnológicas que se han ido dando a lo largo de la historia de la agricultura, esta digitalización marcará y cambiará, a futuro, el modo de ver esta actividad productiva.
Aún con todo el despliegue que vemos a diario y con la llegada fuerte de tecnologías, el último análisis de 2018 de Harvard indica que, todavía, el segmento menos digitalizado de la economía es el agro.
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Eso muestra una debilidad en comparación a otros sectores, pero deja un espacio para que las empresas sigan creciendo en el desarrollo de tecnologías, explica Hernán Ghiglione, que es gerente de Investigación y Desarrollo de Basf, que en los últimos días presentó su nueva herramienta digital, Xarvio.
Con lo que viene pasando en materia de innovación desde el año pasado, en lo que va del 2019 y con lo que están desarrollando los referentes nacionales, en los próximos años el cambio será abrupto, y según indica Ghiglione, tendrá un impacto revolucionario.
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Es que Argentina tiene una agricultura muy innovadora, señala, ya que exporta innovación en materia de agroindustria y supo formar un ecosistema agtech muy grande. De hecho, cuenta, la estadounidense Amazon, conocida por ser la compañía más importante del mundo en materia de comercio electrónico y servicios de computación en la nube, ya confirmó que quiere desarrollar negocios para el agro en nuestro país.
La irrupción de la robótica ha sido fuerte en el territorio nacional. Rafaela tiene un tambo modelo completamente robotizado. Además, hace tiempo llegaron al país robots que pueden sensar el tamaño y color de la fruta y "decidir" si se cosecha o no.
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Ghiglione adelanta que para el 2021, dentro de dos años, unos 30.000 robots estarán haciendo tareas que hoy hacen las personas en diferentes producciones de la agroindustria alrededor de todo el mundo.
Con tanto potencial y tanto por descubrir, es imposible decir cómo será el futuro de la agricultura. Pero sí sabemos -asegura- que se está gestando con el desarrollo de las nuevas tecnologías. Para el especialista de Basf, es fundamental no quedarse dormidos en la gestación para no correr el riesgo de encontrar, en unos años, un futuro del agro que no era el esperado ni deseado.
