Representantes del Gobierno de Mendoza y del sector productivo plantearon nuevamente la necesidad de que se declare la indicación de origen del aceite de oliva mendocino, en la reunión de la Mesa Nacional de la Cadena del Olivo, que se realizó en Buenos Aires.
El pedido se sustenta en las notorias diferencias en términos de contenido de ácido oleico, palmítico y linoleico, además de las grasas, que convierten al producto en un tipo de aceite más untuoso, pesado y de mayor cuerpo.
La comparación de las propiedades se realiza contra el perfil de los aceites producidos en otras provincias más cálidas como Catamarca, San Juan y La Rioja, siendo el mendocino el que las posee en mayor cantidad.
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"La denominación de origen nos va a permitir darle identidad a nuestro producto y, sobre todo, destacar el diferencial de calidad y elaboración que tienen los establecimientos de Mendoza. Queremos apoyar a nuestros productores de aceite de oliva", consideró Alejandro Zlotolow, subsecretario de Agricultura y Ganadería.
La indicación de origen toma mayor importancia tras el acuerdo del Mercosur-Unión Europea, que exceptúa por 15 años de desgravación gradual a las aceitunas y al aceite en canasta. Los factores que otorgan mayor contenido de ácido oleico al producto hecho en Mendoza se debe a tres tipos de condiciones: ambientales, genéticas y humanas.