La soguería es uno de los trabajos artesanales más ancestrales de nuestro país y se remonta cuatro siglos atrás en el Río de la Plata, a la necesidad del gaucho de elaborar elementos de uso diario a partir de los elementos propios de su entorno.
Como muchas otras técnicas antiguas, ésta fue perdiéndose en el tiempo, dando lugar a trabajos con más tecnología y a la industrialización en serie. Sin embargo, una nueva generación de seguidores de este arte busca redescubrirlo y preservarlo, incorporando diseño y nuevos materiales, pero manteniendo siempre la esencia y la identidad propia del suelo en dónde nace.
Es el caso de Hernán López, propietario de El Aromito, quien comenzó a indagar en el mundo de la soguería como un pasatiempo, que luego se convirtió en su trabajo a tiempo completo y en su pasión. Sobre sus inicios en esta actividad recuerda: "Aprendí a hacer algunas cosas en cuero y cada vez me fui perfeccionando más, aprendiendo nuevas técnicas y teniendo proyectos nuevos".
Lee también:Chaco: entregaron 87 millones de pesos a productores inundados
Entre mates y mientras trenza cuero para un cinto, Hernán cuenta que lo que más tiempo le demanda es el proceso de preparar el material. "En mi caso, elijo no hacer dos diseños iguales, entonces el resultado va a depender de la imaginación de uno y de la técnica que se emplee".
El Aromito es un emprendimiento adherido al programa Sello Correntino del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio de la provincia de Corrientes y lleva con orgullo la marca Hecho en Corrientes, distintivo que reciben aquellas empresas que deciden identificar a sus productos y servicios como bienes de elaboración local.
El programa Sello Correntino trabaja para identificar, distinguir y potenciar a las industrias y emprendimientos correntinos que, como El Aromito, apuestan al desarrollo local, preservando el patrimonio cultural.