Suelos saturados de agua, nutrientes lavados y vida microbiana eliminada son sólo algunas de las consecuencias de más de tres meses de lluvias por encima de lo normal que afectan a 2,2 millones de hectáreas en Chaco. Un reciente análisis de los últimos 30 años de imágenes satelitales confirma que estas inundaciones son las más prolongadas en el tiempo y en superficie del que se tiene registro. El análisis del INTA.
"Esta inundación es las más grave de los últimos 30 años", confirmó Juan Jose Zurita -técnico del INTA Sáenz Peña, Chaco-, quien detalló que "a partir de un exhaustivo análisis de imágenes satelitales de las últimas tres décadas concluimos que este exceso hídrico es el más prolongado en el tiempo y en superficie del que se tiene registro en la provincia".
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Asimismo, reconoció que hace 30 años, las abundantes lluvias afectaban a gran cantidad de vegetación natural que colaboraban en la retención del escurrimiento del agua. En cambio, hoy, impactan directamente en los numerosos sistemas productivos agrícolas, ganaderos y mixtos que reemplazaron el paisaje natural de la región.
En cuanto al escurrimiento del agua, Zurita indicó que "se traslada hacia los Bajos Submeridionales de Santa Fe afectando sus sistemas productivos, lo que transforma la problemática en una cuestión interprovincial". Para el especialista, urge la necesidad de políticas acordes a la situación que colaboren a revertirla y prevenir estos eventos.
"Es importante advertirle al productor sobre los riesgos de realizar ciertas producciones en determinadas zonas y, en esta instancia, el rol de instituciones como el INTA es fundamental", subrayó.