La producción frutícola viene arrastrando una crisis desde hace varios años, pero se profundizó en el último tiempo, pero se profundizaron en el último año. La pérdida total de rentabilidad, la suba del dólar y las retenciones, entre los principales reclamos que llevaron al "frutazo" de este martes en Plaza de Mayo.
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Allí se concentraron tanto los productores de cítricos de Entre Ríos como los de peras y manzanas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Al grito de "señora, usted paga mucho y nosotros recibimos poco", los dueños de las chacras frutícolas de las provincias le contaron a los porteños la situación que atraviesan.
Cítricos
En el caso de la citricultura de Entre Ríos, el principal reclamo es que el costo de producción de un kilo de naranjas ronda los 5 pesos, mientras que el productor recibe sólo $2,80, y el consumidor paga en verdulerías o supermercados un mínimo de $42,60. Para las mandarinas, la brecha es menor. Producirlas cuesta unos cinco pesos, pero el productor percibe $4,20, mientras que quien lo compra paga, de base, unos $37,20. En ambos casos, el productor ya pierde dinero.
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Desde la Plaza de Mayo, y al relevo de uno de sus pares, Sergio Lovatto dialogó con Agritotal. Es nieto e hijo de productores, y siguió el mismo camino en su chacra entrerriana. Desea que las medidas del Gobierno aparezcan y de a poco se pueda solucionar la coyuntura que lleva a la desaparición de productores. Sin embargo, advierte que no tienen esperanzas. Y que el riesgo para los 50.000 puestos de trabajo que genera esa actividad, y para los más de 1.500 productores, está y estará latente.
En la misma línea se manifestaba Julián Pezzelatto, que tiene sólo 18 años y desde hace años acompaña a su familia de productores. Es joven, apasionado por la producción, pero consciente de lo que pasa: "No creo que haya medida que nos pueda salvar, ya es tarde".
Peras y manzanas
Para los frutícolas del Alto Valle, el problema se repite. Producir un kilo de manzanas cuesta $11,18, al productor le pagan poco más de seis pesos, y el consumidor paga setenta. En el caso de las peras, el costo al productor es el mismo, pero le pagan $5,15 por el kilo y el consumidor la compra en verdulerías a $50.
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Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén, adelanta que para la próxima temporada podrían haber desaparecido otros 300 productores. Es que esta situación pone en riesgo los 60.000 puestos de trabajo y casi 2.000 productores primarios de la actividad.
Como la única mujer entre las decenas de productores que participaron del "frutazo", estaba Mariela Calvo. Se destacaba por eso y por llevar en sus hombros una bandera argentina que no era cualquier tela celeste y blanca. "La llevaba mi papá a los tractorazos del 2008; él fue dirigente frutícola toda su vida, y antes de morirse, este año, me dijo que de esta crisis no salimos", concluye Mariela.
Además del problema de rentabilidad, las exportaciones dejaron de ser una buena salida para el sector con la vuelta de las retenciones en septiembre del año pasado, además de la eliminación del reintegro a exportaciones y la suba de más de 100% del dólar en el último año, que afecta directamente la capacidad de adquirir insumos para asegurar sanidad, gasoil, tarifas eléctricas, entre otras cuestiones.
Frente a este panorama, les queda seguir reclamando respuestas al Gobierno. La semana pasada el ministro de Producción, Dante Sica, prometió recibirlos, pero finalmente lo hicieron algunos funcionarios del Gabinete de la Secretaría de Agroindustria, sin soluciones. Ahora, reclaman en concreto el desarrollo de un Programa de Comercialización Directa (del productor al consumidor), la implementación de una política de regulación que garantice distribución "justa" de las ganancias, apoyo del Estado para que la rentabilidad permita seguir produciendo, y transparencia comercial para proteger al que consideran el eslabón más débil de esta cadena de valor: el productor.