Si bien el invierno es una época en que las malezas parecen causar menos problemas que durante los meses de mayores temperaturas, el Rye Grass resistente y la rama negra generan importantes dolores de cabeza a los productores. La forma más eficiente de llevar adelante un planteo agrícola implica acutar a tiempo con los productos correspondientes para evitar incurrir más adelante en gastos mayores, al tiempo que se logra reducir el uso de productos.
"Al que madruga, Dios lo ayuda", dice el popular refrán, y FMC lo lleva a la práctica mostrando al productor la idea de adelantarse en el control de las malezas invernales. "El agricultor que se anticipa, que lleva adelante su manejo de manera planificada, es el que sabe lo que viene por delante, aplica el preemergente y se asegura el control de las malezas y la salida con el lote limpio a la primavera, para seguir con el paquete necesario", advierte Juan Caporicci, gerente de Herbicidas de la firma.
Finesse es un herbicida de larga trayectoria en el mercado que provee una respuesta altamente eficiente en el control de estas malezas. Desde la compañía explican que puede ser aplicado ni bien se levanta la cosecha gruesa, sin que sea necesario constatar antes una cierta población de malezas; o un día antes de la siembra de trigo o en el macollaje, con la posibilidad de diferir su aplicación para que la residualidad se mantenga más allá de la primavera.
Caporicci recuerda que es una cuestión bastante predecible para el productor, por eso recomienda concentrarse en los pasos correctos para gastar menos recursos y cuidar el medio ambiente. "Si el año pasado hubo ciertas malezas en un lote, hay altísimas posibilidades de que vuelvan este año, con lo cual un manejo preventivo en el que se aplica el pre-emergente ni bien se cosecha, permite preparar muy bien el lote para la soja de primavera", asegura.
Campo + Ambiente
FMC pone especial énfasis en recordar que ambientalmente Finesse es un producto banda verde, que requiere tan sólo 15 gramos por hectárea de aplicación, lo que reduce considerablemente el impacto ambiental. El producto está muy bien posicionado en el mercado de trigo. El de barbecho es mucho más competitivo -explican- porque se usan productos de bajo valor, pero se aprecia el crecimiento por la puesta en valor que ofrece la firma.