El próximo 31 de mayo vence la declaración de Emergencia para los productores de peras y manzanas, que prorrogó los pagos de impuestos y aportes patronales por parte de los productores y de los galpones de empaque. De no extenderse su vigencia inicial de dos años, la AFIP está en condiciones desde junio de enviar a remate las chacras y empaques de frutas del Alto Valle en Neuquén.
La deuda acumulada llega a los 1.700 millones de pesos, que los productores no han podido cancelar. Desde la Cámara de Productores de Cipoletti, Horacio Pierdominici -su presidente- advierte que las empresas estarán en condiciones de cubrir su deuda, pero los más afectados serán los productores, que no pueden afrontarla y podrían quedarse sin sus chacras.
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"Este Gobierno es todavía un poco peor que el de Cristina (Fernández de Kirchner), porque quiere beneficiar a los amigos empresarios del Presidente, que van a poder pagar la deuda", asegura el titular de la entidad que nuclea a los productores.
También criticó el anuncio de Macri a inicios de este año, que subía el mínimo no imponible para los aportes de trabajadores de las economías regionales: "Es como venir a darle los medicamentos a un muerto, porque nos pusieron retenciones, nos limitan los mercados, nos amenazan con rematar las chacras, y anuncian una cosa así que ya no nos saca la pérdida de rentabilidad constante".
Por la situación que atraviesa el sector frutícola del Alto Valle, los productores realizarán un "frutazo" frente al Congreso -en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, los principales reclamos serán: baja de las retenciones de 4 a 3 pesos por cada dólar exportado (según Pierdomici, en lo que va del año las ventas al exterior ya cayeron 25% por ese motivo), recuperar los niveles de reintegros a las exportaciones que cobraban estas economías regionales, y extender los platos de pago de las retenciones.