La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales reveló que en el mes de febrero, la actividad cayó un 25% en comparación con el mismo mes del año pasado. Sin embargo, respecto de enero del 2019, se registró un aumento del 11%.
Desde la entidad insisten en que la actividad inmobiliaria rural sigue fluctuando, desde hace varios años, dentro de porcentajes muy bajos; y advierten que, de no encontrar una salida a la crisis económica, sumado a las altas tasas de interés, los inversores continuarán apostando en el mercado financiero y no en los sectores productivos.
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Por último, destacaron el potencial riesgo de "revivir las políticas negativas que se impusieron en el pasado", y lo marcaron como "otro factor que incide desfavorablemente sobre la toma de decisión de los inversores".