La innovación no es solo en materia de tecnología o equipos de última generación, sino que alcanza también a otras áreas. Claas es una firma líder en maquinaria y apuesta fuertemente a la formación de recursos humanos. En el Día Internacional de la Mujer, la historia de Carolina Galli, una de las tantas mujeres que pisan fuerte en la planta metalúrgica de la firma en Florentino Ameghino, rompiendo con los estigmas de aquel lugar asociado tradicionalmente al mundo masculino.
De a poco se da cada vez más, asegura la responsable de Producción de la fábrica que Claas tiene en esa localidad bonaerense, que advierte que hay mayor apertura y generación de espacios para las mujeres. La ingeniera industrial cuenta que ingresó a la empresa tres años atrás, de manera inesperada y casi fortuita, después de que -apenas graduada de la Universidad Nacional de La Plata- fuera a recorrer la Expo de Palermo. Cuando visitó el stand de CLAAS le ofrecieron conocer la fábrica de Ameghino. Accedió, y al final del recorrido, la esperaba una propuesta laboral que tardó poco más de un mes en concretarse.
"Un salto de fe". Eso fue para ella tomar esa decisión, que implicaba instalarse en una pequeña localidad de poco más de 6 mil habitantes donde no conocía a nadie. Sin embargo, el desafío pudo más. Al principio ocupaba un puesto similar al actual, pero con menos responsabilidades. Su entusiasmo y ganas de aprender cada vez más la fueron impulsando a tomar mayor confianza y a crecer en tareas dentro de la planta.
Actualmente es supervisora de todas las acciones y lineamientos para obtener el producto final de las tres líneas de ensamble que hay en la fábrica: trailers, desparramadores y los cabezales girasoleros, un producto puramente argentino que se exporta y equipa a las cosechadoras CLAAS en todo el mundo.
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Carolina se muestra incansable. "Soy medio fanática y me encanta quedarme en la planta. Siempre mi cabeza está pensando qué cosas se pueden mejorar para hacer más eficiente el funcionamiento. Mi idea es seguir avanzando en ese camino y también seguir aprendiendo", cuenta la joven ingeniera, para quien su experiencia en CLAAS ha sido sumamente enriquecedora.
Entre la juventud que ocupa más del 85% de la planta, las mujeres ingenieras y profesionales se destacan. "Hay un montón de chicas trabajando en la fábrica, por suerte se nos da un gran espacio en todas las áreas", cuenta y destaca que aún hoy -fuera del ámbito de la empresa- mucha gente se sorprende del tipo de cargo y trabajo que tiene, aunque insiste en que dentro de Claas el género jamás fue una diferencia.
"A mí, me encanta lo que hago", resume la ingeniera y profesional destacada del rubro que ya se abrió camino a sí misma y a otras cientos de miles de mujeres que buscan comenzar a ocupar lugares de toma de decisiones que han sido, a lo largo de la historia, guardados solo para la silla de los hombres.