La fruticultura del Alto Valle de Río Negro y Neuquén vienen sorteando los obstáculos que afectaron a su producción. Costos altos, derechos a las exportaciones, pocas respuestas del Estado nacional, arreglos salariales que advierten que no podrán pagar, y una rentabilidad prácticamente nula. A esto, febrero le sumó las declaraciones de Marcelo Longobardi.
Dialogando con Alberto Cormillot en su programa de Radio Mitre sobre una investigación que llevará a cabo la Facultad de Agronomía de la UBA sobre los tomates del país, el periodista apuntó contra las frutas argentinas. "Yo como una manzana y una banana por día, y son horribles", comentó.
Mientras se desarrollaba la conversación, Longobardi insistió: "La verdad es esa: las manzanas de Argentina son espantosas; las que exportamos podrán ser geniales, pero las que compramos acá son bastante feas".
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Ante esto, los productores de frutas salieron al cruce. Horacio Pierdominici, que encabeza la Cámara de Productores de Cipolletti, asegura que escuchar las declaraciones del periodista fue "un desagrado". Para él, lo que dijo Longobardi es "totalmente mentira".
"Podremos no tener una manzana tan colorada o con el aspecto que tiene la de Chile, pero el gusto de las argentinas es incomparable", comenta el dirigente y advierte por los pesticidas que se usan en ese país, por los problemas sanitarios que padecen. "Nuestra manzana tiene muy buen sabor", concluyó el productor.
A su turno, en exclusiva, el asesor técnico y productor, Tadeo Ballivian, advierte que es "totalmente falso", ya que afirma que la fruta argentina es "excelente" y la del Valle de Río Negro y Neuquén es excepcional, sobre todo en carozos y cerezas.
"Que puedan encontrar fruta en malas condiciones no tiene que ver con el origen sino con el proceso siguiente a la cosecha: la conservación, la condición de la fruta en la venta minorista", agrega, y destaca que el país descarta toneladas de frutas en el proceso de clasificación, ya sea a campo o en el empaque.
