Dos moscas de la fruta de Queensland, que aparecieron en un jardín suburbano de Nueva Zelanda, podrían generar pérdidas millonarias en la industria hortofrutícola del país.
Se trata de dos insectos que tienen potencial para poner en riesgo las frutas que se exportan a más de 120 países. En el caso del kiwi, por ejemplo, las ganancias por ventas al exterior superan los 1.000 millones de dólares al año.
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El temor de los productores están fundado en que el 80% de los cultivos hortofrutícolas son vulnerables a los ataques de la mosca Queensland. Además si se produjera un brote, esto podría resultar en la imposición de restricciones a las exportaciones, lo cual supone un duro impacto económico.
Al respecto, el Ministerio de Industrias Primarias aclaró que por el momento no hay un brote de moscas de la fruta ni tampoco evidencia de que esté gestándose una población de estos insectos.
Fuente: El Observador