La semana pasada, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y su organismo par surcoreano finalizaron la agenda de actividades de inspección a la certificación fitosanitaria argentina para el envío de naranja fresca hacia el país asiático durante la temporada 2017-2018.
La inspectora In Suk Namgung, del Servicio Nacional de Cuarentena Vegetal (QIA, por sus siglas inglés) de la República de Corea, y técnicos del Senasa certificaron, entre junio y agosto pasado, el envío de naranja fresca de establecimientos productivos de las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Corrientes.
Este plan de trabajo conjunto entre el Senasa y QIA -acordado durante el 2010- tiene como objetivo principal la cooperación en materia de inspección fitosanitaria y el inicio del tratamiento cuarentenario de frío en tránsito. En esta última temporada, se certificaron 16 contenedores por un total de 350 mil tn.
El Senasa tiene, entre sus funciones principales, prevenir la presencia de enfermedades exigidas por el servicio fitosanitario surcoreano y garantizar que los envíos cumplan con las medidas de trazabilidad desde el campo hasta su exportación.
"Es importante contar con los comentarios de la inspectora sobre nuestro sistema de certificación para ajustar aquellos puntos de control que deban fortalecerse. En términos generales, la inspectora elogió el profesionalismo del Senasa en la ejecución de los controles acordados con Corea", destacó Martín Delucis, a cargo de la Dirección de Certificación Fitosanitaria.
Durante el 2017, la naranja fue la fruta más exportada detrás de las peras y los limones con una producción total de 78.971 tn, cuyos principales destinos fueron Paraguay, España y Los Países Bajos. La producción de esta fruta citríca se concentra en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Jujuy.