El creciente interés social por la calidad de los alimentos que se consume, ha generado para la producción agrícola el desafío de involucrar a la sociedad como parte del proceso productivo.
En el segundo Congreso Nacional de Fitosanitarios, organizado por la Cámara Argentina de Sanidad y Fertilizantes (CASAFE), en Marcos Juárez (Córdoba), abarcó, en las primeras exposiciones de la mañana, el impacto y los riesgos sobre la salud que representa la falta de adopción de buenas prácticas agrícolas para el manejo de productos fitosanitarios.
El mensaje más importante que dejó la mañana fue que, además, de producir de manera, rentable, amigable y sostenible, el trabajo de los productores debe beneficiar al colectivo, por eso, el gran reto es llevar adelante buenas prácticas agrícolas ya que la sociedad está pendiente de la agricultura.
El técnico de Senasa, Alejandro Fernández, se refirió a la seguridad e inocuidad alimentaria. Al respecto, destacó que la seguridad es un concepto amplio que abarca a la inocuidad, la que implica, esto último, que el alimento que se consume no produce ningún tipo de daño.
Fernández también mencionó, respecto al análisis del riesgo, tres grandes cuestiones interconectadas: la evaluación, la gestión y la comunicación del riesgo, y cómo se evalúa cada una de ellas.
El mensaje central de su charla también se apoyó en las buenas prácticas agrícolas. "Con ellas, se minimizan los riesgos de superar los límites máximos de residuo de producto químicos en los alimentos", destacó el técnico.
Por su parte, la toxicóloga Silvia Martínez, de Toxicología, Asesoramiento y Servicios, de Rosario, detalló, a partir de estadísticas, cuáles son los productos químicos causantes de mayores denuncias de intoxicación. Entre ellos, están los insecticidas, en primer término, luego los herbicidas y, por último, los fungicidas.
La experta destacó, en este sentido, que "no existen agroquímicos seguros, sino formas seguras de manejarlos".