El martes pasado se publicó el decreto que oficializó la baja de reintegros para productos de exportación. La medida tendrá un impacto estimado de U$S 31.527.827 para los exportadores mendocinos, quienes sufrieron reducción de alícuotas de hasta 4,75 puntos porcentuales.
La medida forma parte del proceso de ajuste que le reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno Nacional para la concreción del préstamo internacional. Junto a la baja de reintegros, el Estado confirmó junto a la suspensión de la baja de las retenciones para aceites y harinas de soja y la eliminación del Fondo Federal Solidario.
Las tres acciones en su conjunto le permitirán al Gobierno un ahorro aproximado de $ 12.500 millones para lo que resta de 2018 y de $ 53.000 millones para 2019.
Las reducciones
El Decreto 767/2018 del Ministerio de Producción determinó una baja del 6% al 3,25% en la tasa de reintegros para el vino fraccionado, el sector más importante en las exportaciones de la provincia, con un valor exportado en 2017 de U$S 669 millones FOB.
Según un informe elaborado por el Gobierno de Mendoza, esa modificación provocará la pérdida de U$S 18.398.653 en concepto de reintegros para el sector vitivinícola.
Sin embargo el Estado afirma que, pese a la reducción de los reintegros, los exportadores de vino fraccionado están en una situación más ventajosa que en marzo pasado.
El informe difundido por el Gobierno de Mendoza indica que el valor promedio de la caja de vino embotellado es de U$S 36, lo que significa que en marzo los empresarios recibían unos $ 720 por cada caja exportada (cuando el dólar estaba en $ 20) y hoy reciben $ 1.080. La diferencia de un momento a otro es de $ 360.
A esa ganancia de competitividad se le debe restar el aumento de costos por la inflación, que alcanza los $ 108 por cada caja exportada, y la pérdida de la quita de reintegros, que ronda los $ 30 por cada caja. El resultado final muestra que los empresarios recibirían hoy $ 222 más por caja exportada que en el pasado mes de marzo.
Así, el Estado Provincial concluye que los exportadores de vino mejoraron su competitividad 20% en los últimos meses, aún con la pérdida de más de U$S 18 millones por la quita de reintegros.
El segundo sector más afectado, en términos de dinero, es el ajero, que sufrió una baja en la alícuota de reintegros del 4% al 1,25%. En 2017, los envíos al exterior de ajo fresco o refrigerado alcanzaron un valor de U$S 129,2 millones FOB. Según el Gobierno, la reducción de los reembolsos implica la pérdida de U$S 3.554.478, pero gracias al efecto de la devaluación el sector "hoy es un 25% más competitivo que en marzo".
En sensible también el cambio para los exportadores de vino a granel, que sufrieron una disminución del 5,5% al 3% en los reintegros y tendrán una pérdida de U$S 1.098.363 por esa causa. Ese sector, que colocó U$S 43,9 millones FOB en el exterior durante el 2017, habría ganado un 25% de competitividad en los últimos meses, pese al Decreto 767/2018.
Son similares los números para el jugo concentrado de uva, cuyo valor de exportación fue de U$S 40,2 millones FOB en 2017. La pérdida estimada por la reducción de reintegros es de U$S 1.006.230, pero el Gobierno asegura que su competitividad mejoró casi 23% en marzo y agosto de este año.
Por último, vale mencionar el caso de la ciruela seca con carozo. El informe del Gobierno Provincial indica que ese sector exportó U$S 13,4 millones FOB en 2017 y luego de sufrir una baja del 5% al 2,5% en la alícuota de reintegros, perderá U$S 336 millones. No obstante, los cálculos del Estado concluyen que la competitividad de ese sector mejoró más de 25% en los últimos cinco meses.
Guillermo San Martín, gerente general de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocamen), indicó que la baja en el reintegro para la exportación de ajo es de 69%, por encima de la media.
Esto, pese a que, cuando se produjo la devaluación ya habían exportado el 80% de la producción de la temporada, con un tipo de cambio atrasado, y ciertos insumos, como los agroquímicos -pesticidas y fertilizantes-, son productos importados, que se actualizan inmediatamente al precio del dólar.
Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas Frescas de Mendoza, explicó que las manzanas y las peras han sido las menos perjudicadas por las bajas en los reintegros, pero que para los duraznos y ciruelas, los otros dos productos que se exportan, la disminución es significativa.
Como ocurre con el ajo, la mayoría de los insumos que se utilizan tanto para producir como para empacar fruta son ajustados a valor dólar: agroquímicos, fertilizantes, cajas de cartón, papel, bolsas de nylon.
Los exportadores frutícolas también enviaron su producción al mercado externo antes de la devaluación, por lo que, señaló Aruani, vendieron a un dólar de $ 20 y tendrán que comprar insumos a uno de $ 30. De ahí que esperarán a la próxima temporada para poder evaluar el impacto de la medida.
Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) y de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), comentó que, como el porcentaje de impuestos contenido en el valor promedio FOB era de 8% y el reintegro de 6%, desde diversas cámaras reclamaban 2,5 puntos más para equilibrar la competitividad del sector.
El gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, resaltó que la rebaja es fija -de 6% a 3,25% para los vinos-, mientras la suba del dólar de $18 a $30 es dinámica y la brecha se va a ir achicando con la inflación.
Aunque califica a la quita como un perjuicio, porque les resta competitividad, manifestó que aceptan hacer un esfuerzo, siempre que el Estado haga lo mismo para reducir el déficit y la inflación que conlleva.