Eso significará para los exportadores mendocinos reducciones de dos a tres puntos en los reembolsos, lo que se traducirá en pérdidas millonarias.
Sin embargo, desde el Gobierno Provincial explicaron que la baja de ganancias se vería compensada por la competitividad ganada por la devaluación.
Cabe recordar que el dólar subió 62,85% en lo que va del año (al comienzo de 2018 cotizaba a $ 18,76 y el jueves cerró en $ 30,49). Eso es beneficioso para los exportadores, porque ahora reciben más pesos por cada dólar exportado. Sin embargo no hay que olvidar que la devaluación también genera inflación y eso se traduce en mayores costos para los empresarios.
El jefe de Gabinete del Ministerio de Economía, Alfredo Aciar, analizó estas variables y explicó que "si a la mejora de competitividad ganada por la devaluación se le restan los aumentos de costos y la potencial pérdida por la reducción de reintegros, el resultado sigue siendo positivo para el sector". Al hacer esta lectura, consideró la variación que ha tenido el tipo de cambio desde marzo (el dólar se vendía a $ 20) hasta hoy.
"El punto es el tiempo. En algún momento la inflación alcanzará al tipo de cambio, por eso esta medida de la quita de reintegros debería ser temporal, como se decidió con el aumento de las retenciones a la soja", agregó.
De acuerdo con el funcionario, se entiende que el sector exportador se defienda de cualquier tipo de pérdida, pero aseguró que no es cierto que estén en una situación peor a la que tenían en marzo de este año. "El impacto de la devaluación pega sobre el 100% de las ganancias y sobre una parte de los costos (máximo el 50%). La reducción de los reintegros no los deja peor", apuntó.
De todas formas, Aciar comentó que el jueves estuvo reunido en el Consejo Federal Agropecuario con el ministro de Agroindustria de la Nación, Miguel Etchevehere y le solicitó que tome en cuenta la posibilidad de que se revea la quita de reintegros cuando la inflación anule la ganancia que pudieran tener los exportadores por la devaluación.
Continuando con su análisis, el funcionario describió la situación particular de la ciruela deshidratada y señaló que en ese caso, la materia prima se pagó a un dólar a $ 20, y hoy se vende con la divisa cotizando por encima de los $ 30.
En ese mismo periodo de tiempo los costos de producción subieron impulsados por subas en las tarifas y mayores cargos de transporte, pero "en el momento en el que la materia prima se pagó a bajo costo, ya descontaron las pérdidas por los aumentos".
El jefe de Gabinete del Ministerio de Economía indicó además que "hoy el vino recibe el 6% de reintegro y con la baja pasaría a tener un reembolso del 2%, aunque por ser un sector de mano de obra intensiva podría tener una reducción menor".
Análisis sectorial
Para graficar, la caja de vino embotellado tiene un precio promedio de U$S 36 FOB en el mercado de exportación. Eso quiere decir que las bodegas recibían $ 720 por caja en marzo pasado, cuando el dólar estaba a $ 20 y reciben $ 1.080 hoy, con el dólar a $ 30.
A su vez, se estima que la devaluación provocó que los costos de elaboración subieran $ 108 por caja y se calcula que las bodegas dejarían de recibir $ 43,2 por cada caja exportada si la alícuota del reintegro bajara a 2%. Ante ese escenario, los exportadores estarían logrando un resultado neto por caja $ 208,8 mayor al que conseguían en marzo.
Lo mismo sucedería con el ajo, cuya caja de 10 kilos tiene un precio promedio deU$S 15 FCA. Los exportadores cobraban $ 300 por caja en marzo y reciben $ 450 hoy. Por la inflación los costos habrían subido $ 22,50 y por la baja de reintegros (quedarían con una tasa del 1%) dejarían de recibir unos $ 13,59. En ese caso, el resultado neto sería $ 113,91 mayor al de marzo.
Reclamo empresario
Uno de los primeros sectores en reclamar fue el vitivinícola. Desde Bodegas de Argentina, emitieron un comunicado considerando injusto cualquier cambio desfavorable en las reglas impositivas.
Según comunicaron, "una medida de estas características reduciría la competitividad de los vinos argentinos en el mundo, ya que los otros grandes países exportadores como Chile, Australia, Francia, España, Nueva Zelanda e Italia, subsidian la promoción internacional con recursos públicos que van de 20 a 200 millones de dólares por año por país".
De acuerdo con la entidad, en Argentina los subsidios para la promoción no superan el millón de dólares. Los bodegueros aseguraron que los reintegros son una de las pocas herramientas con las que se cuenta para competir, al no tener tratados de libre comercio con los principales mercados como los que tienen países como Chile y Australia. "De esta forma, un vino chileno puede llegar un 18% más barato a las góndolas asiáticas que uno nacional", aseguraron.
Por otro lado, Guillermo San Martín, gerente de la Cámara de Productores de Ajo de Mendoza, indicó que en el sector están a la espera de que se publique la resolución para estimar la quita de reintegro. Hoy, al ajo le corresponde un reintegro del 4,5% y el empresario consideró que cualquier disminución tendría un impacto negativo, a pesar de lo aseverado por el Gobierno provincial.
El productor indicó que del total de lo exportado, el sector dejaría de recibir 8 millones de dólares, sin reintegro, lo que se traduciría en una menor actividad, inversión y generación de empleo para la zona rural de la provincia. "El Gobierno se lo va a terminar gastando en asistencia social", apuntó.
Por otro lado, explicó que al momento de la mayor devaluación el ajo de Mendozaya se había exportado con un tipo de cambio atrasado (7 millones de cajas). "El impacto de la devaluación se está diluyendo y los costos de producción; energía eléctrica, combustibles, agroquímicos, fertilizantes, crecieron al ritmo del dólar. Tenemos paritarias en octubre por la nueva temporada y el beneficio no lo vamos a llegar a ver", finalizó.
Firman tres decretos para ahorro fiscal
El Ministerio de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne, informó esta semana que ya están firmados los tres decretos con los que se espera generar un ahorro de más de $65.000 millones para el Estado entre lo que resta de este año y el próximo.
Las medidas incluyen la suspensión de la baja de retenciones para aceites y harinas de soja, la eliminación del Fondo Federal Solidario, y una reducción de los pagos en concepto de reintegros a la exportación.
Hacienda indicó que "los reintegros a la exportación justifican su existencia en la vigencia de impuestos indirectos que se acumulan durante el proceso de producción y que no tienen una devolución al exportarse", pero para justificar la decisión aseguraron que "la reforma tributaria y el pacto fiscal, que reducen los impuestos al cheque y a los ingresos brutos, generan el espacio para que dichos reintegros puedan ser reducidos".