12/07/18 Iniciada la ronda de negociaciones para modificar el proyecto de Ley de Semillas, que busca lograr "consensos", la entidad rural Federación Agraria Argentina (FAA) emitió un comunicado en el que rechazan el documento, por reflejar "al pie de la letra, las imposiciones de Monsanto en 2004".
La entidad y su Comisión de Semillas participaron en las variadas mesas de discusión para la reforma de una Ley de Semillas, sin embargo, consideran que el modelo actual "resume posiciones de modo insustancial y pretende reducirlo a una cuestión de ?mayoría y minoría'".
Según FAA, esta "mayoría" representa los intereses de Monsanto en el 2004, a través de "la eliminación de los derechos de los productores a ejercer el uso propio de la semilla, y sustituirlo por una licencia de multiplicación", a la vez que "legaliza que todos los argentinos financiemos la custodia de los derechos de patentes sobre genes mediante el Instituto Nacional de Semillas, evitando a la Justicia".
Por otro lado, la entidad criticó la Ley porque creen que va a "seguir confundiendo a los usuarios, comercios, profesionales, multiplicadores, criaderos y toda la cadena semillera y del comercio de granos, evitando que quede claro dónde empieza y termina el derecho de cada uno de ellos", a impone "el poder de la concentración de unos pocos sobre decenas de miles de actores de la actividad agraria sin que nadie proteja ni equipare el derecho de los más débiles".
En el comunicado, la Federación Agraria Argentina aclaró que "no avala que, mediante la modificación de la ley de semillas del modo en el que se pretende, se transforme el interior productivo y el rol indiscutible de una cadena sólida y capaz de generar desarrollo y arraigo, en un mero eslabón integrado de un contrato de producción en el que unos pocos impongan qué producir, cómo hacerlo y con quién comercializarlo".
Por último, FAA afirmó que, de aprobarse el proyecto, "regalaremos la soberanía productiva y alimentaria distribuida en cientos de miles protagonistas del agro en toda la geografía argentina, la que llaman "minoría", que será sustituida por las decisiones e imposiciones de un puñado de CEOs de tres multinacionales y sus dependientes, autodenominados "mayoría".