Nissan Frontier comenzará a producirse en la planta de Córdoba, Argentina, respaldada por una herencia global de más de 80 años en la producción de pickups. Previo al inicio de producción masiva en Córdoba, la pickup ha sido sometida a rigurosos estudios y pruebas durante dos años para garantizar que cumpla con las necesidades específicas del mercado latinoamericano bajo los estándares más altos de calidad japonesa.
Originalmente producida en México, esta versión de Nissan Frontier llegó oficialmente a América Latina en 2015. La marca ha llevado a cabo diversos estudios para producir una versión adaptada de este vehículo que atienda las cambiantes necesidades de los clientes y potenciales nuevas aplicaciones de la pickup.
"La experiencia nos muestra que los clientes latinoamericanos prefieren y eligen vehículos que estén diseñados para las características de la región", señaló Sergio Casillas, vicepresidente de Operaciones y Manufactura de Nissan LATAM. "La calidad Nissan, junto con nuestros procesos de diseño y producción, y nuestro profundo conocimiento de América Latina, han dado como resultado una Frontier mejorada con especificaciones que los clientes de esta región demandan", añadió Casillas.
Las investigaciones y estudios realizados durante dos años se enfocaron en concesionarios, clientes y usuarios flotilleros (principalmente del sector minero, petrolero, forestal y agrícola) en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú; dichos estudios permitieron a Nissan entender mejor las características específicas de la región y así, realizar los ajustes necesarios.
La pickup producida en Córdoba incluirá modificaciones que la harán aún más ágil, más estable, con mayor confort y durabilidad. Entre estas modificaciones y pensando en las condiciones de uso extremo en industrias como la minera y agrícola típicas de esta zona, se hicieron modificaciones que garantizarán la mejor calidad. Todos estos cambios se traducen en una pickup adaptada específicamente para atender las necesidades del mercado latinoamericano, con base en condiciones de manejo donde influyen factores climatológicos y terrenos irregulares.
Para certificar los cambios realizados en la pickup, un equipo global de más de 120 expertos de Nissan, entre ingenieros, técnicos y pilotos provenientes de Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Japón y México participaron durante el exhaustivo proceso de evaluación. A esto se suman más de 90 pruebas y validaciones de pilotaje y laboratorio, tanto dinámicas, como estáticas, para garantizar que la pickup atienda las necesidades reveladas durante los estudios.
Entre las múltiples pruebas que se realizan, se busca revisar la apariencia general de la carrocería, molduras, pintura, luces, interiores y calidad de acabados en general; examinar la suspensión, la dirección, la aceleración, la estabilidad, el sistema de frenado y la iluminación; evaluar el aislamiento sonoro en general como el ruido de viento y ruido de motor para garantizar el confort.
También se propone evaluar los sistemas eléctricos, electrónicos, de enfriamiento y aire acondicionado; probar la durabilidad de componentes independientes y carrocería en cámaras de laboratorio; analizar el desempeño en distintas situaciones; probar la capacidad de arrastre bajo condiciones de baja y alta velocidad, diferentes tipos de superficie y de camino; y validar la hermeticidad con pruebas bajo distintas condiciones de lluvia.
La última parte de la etapa de preproducción consiste en una serie de pruebas realizadas por pilotos en terrenos reales, así como en laboratorio. La pickup será puesta a prueba recorriendo miles de kilómetros en países en América Latina para concluir con la etapa de evaluación. Después de esto, la planta de Córdoba se preparará para dar inicio formalmente a la producción de la Nissan Frontier.
El proyecto de producción en la planta de Córdoba para la fabricación de 3 distintas pickups, iniciando con Nissan Frontier, fue anunciado en 2015 por la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi y representa una inversión de USD$600 millones.