La empresa exportadora de citrus, con más de 50 años de historia, dirigida por Roberto Salerno, inició el proceso de Concurso Preventivo de Acreedores. Trascendió que la firma posee más de 180 cheques rechazados por una cifra que supera los 31 millones de pesos, con valores algunos de hasta 500 mil pesos.
La convocatoria de acreedores se fundamenta en "la fuerte crisis que golpea al sector citrícola, la cual ya ha provocado el cierre de más de 50 empaques en la región y que se ve agudizada por la falta de medidas tanto por parte del gobierno nacional como provincial", según trascendió en medios.
Los empleados no disimulan su preocupación por la continuidad de los más de 100 puestos de trabajo de la firma. Uno de los obreros calificó a la situación de la empresa como "grave" y aseguró que los intentos por superar la crisis "no han tenido resultados favorables y no se ven intentos por revertirla".
Además de los cheques rechazados, la firma posee otros 30 millones de pesos más de pasivos bancarios con entidades como Macro y Banco de la Nación Argentina, que hasta el mes de mayo no revestían atrasos en sus cumplimientos.
Citrícola Salerno es una empresa familiar, siendo una de las principales empresas del país que no solo provee al mercado interno sino que además es reconocida mundialmente en los mercados importadores de frutas frescas, con exportaciones que superan el volumen de las 20 mil toneladas anuales.
"Detrás del pedido de convocatoria hay mucha avivada (dijo Alcides Camejo, secretario General del gremio de la fruta), dado que cuando se enteró de que se iba a concursar, se presentó en la empresa y le indicaron que la deuda era de 19 millones de pesos porque una financiera de Buenos Aires no le había pagado. Después salen con 30, 25 ó 31 millones de pesos, lo que da que pensar que como todo pícaro empresario hacen este concurso para que el gobierno les dé financiación en los impuestos o en los insumos que tiene que comprar. O les bajen la electricidad o el gas que usan".