En este sentido, manifestó el apoyo de la entidad a propuestas como la modernización de la legislación que regula los warrants "como una opción más de financiamiento para el productor y con el propósito de aprovechar todo el potencial de este instrumento".
El warrant es un título mobiliario, una garantía real, que mediante la inmovilización de un stock permite a una empresa obtener fondos. La legislación actual permite emitir warrants sobre distintos bienes como frutos o productos agrícolas, ganaderos y forestales.
Iannizzotto consideró importante la búsqueda de nuevas opciones de crédito en momentos en que "el productor rural atraviesa una situación muy difícil como consecuencia de las severas restricciones financieras que enfrenta la economía". Al respecto, señaló que "hoy una pequeña empresa debe afrontar tasas que en el mejor de los casos parten del 30% anual, y llegan a niveles del 70%, es decir porcentajes totalmente incompatibles con los márgenes de la producción".
El titular de CONINAGRO recordó que "en la Argentina, el crédito representa cerca de 15% del producto bruto interno, cuando en Brasil supera el 60%, en Chile llega a 80% y en Australia a 140%". Y agregó que "de este bajo porcentaje, el campo sólo recibe el equivalente a nada más que 1,5% del PBI, una participación que, además, se ha ido reduciendo en los últimos años".
"Las dificultades para obtener créditos son generalizadas, más allá del esfuerzo que están realizando los bancos oficiales", sostuvo Iannizzotto. Al respecto, recordó que CONINAGRO está realizando gestiones ante el Banco de la Nación hablamos orientadas a "actualizar el sistema de prenda flotante para que el productor garantice el financiamiento con su misma producción" y también "estudiando alternativas para facilitar el otorgamiento de garantías a los productores".
