El Gobierno Nacional aplicó, en conjunto con la suba de las retenciones al biodiésel, una alícuota de 10 por ciento a los derechos de exportación que deben pagar por derechos de exportación los embarques de ciertos aceites refinados y fraccionados.
La medida apunta a reducir la brecha impositiva que existía entre el aceite de soja, que actualmente tributa un 24,5 por ciento e irá reduciendo su tributo medio punto porcentual por mes, y algunos de sus derivados de mayor valor agregado.
"Resulta necesario hacer una adecuación de los derechos de exportación que se aplican a ciertas mercaderías del sector aceitero, a fin de establecer un tratamiento acorde a las necesidades de mercado de esos productos", dice el decreto que también rige desde el 1 de julio, como en el caso del alza a las retenciones del biodiésel.
Por El Cronista Comercial.