El sector agrícola, desde Estados Unidos a Rusia y desde Brasil a Europa, está viendo una reducción de las ganancias por el incremento de los precios del diésel. El crudo referencial Brent tocó los 80 dólares por barril el jueves por primera vez desde fines de 2014.
Combinado con temas económicos locales, el incremento está haciendo aún más difícil para muchos agricultores en todo el mundo generar ganancias en la industria estimada en U$S 2,4 billones, proyectando dudas sobre inversiones futuras.
En Brasil, los agricultores están tomando medidas para enfrentar costos más altos debido a que los precios del diésel han escalado un 43% en el país desde julio de 2017, incluyendo la contratación de menos trabajadores o el retraso de planes de inversión.
En la Argentina, el mayor exportador mundial de harina y aceite de soja, los agricultores enfrentan la depreciación de la moneda local y el alza de los costos del combustible. "Donde el impacto se siente más es en los costos del transporte. Ya estamos en desventaja en comparación con nuestros competidores en costos de transporte dentro de Argentina", comentó David Hughes, presidente de la cámara de la industria de trigo argentina, Argentrigo.
En Estados Unidos, el combustible responde por cerca de un 5% de los costos totales de los agricultores y está afectando los márgenes en momentos en que los ingresos agrícolas ya son la mitad de los de 2013. Cosechas enormes han presionado los precios de alimentos de primera necesidad, como el maíz, el trigo y la soja. El diésel es esencial para los cultivos, la cosecha y el transporte de productos agrícolas al mercado. En Estados Unidos, los agricultores gastarán un estimado de U$S 15.250 millones en combustible en 2018, un incremento de 8% respecto a 2017, mostraron datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). El precio de diésel con un nivel ultrabajo de azufre usado para los equipos agrícolas y transportes de cultivos no ha sido tan alto en mayo desde 2014. En Rusia, los precios del combustible para los agricultores han subido un 50% interanual, dijo a Reuters Arkady Zlochevsky, jefe de la Unión de Cereales de Rusia, un lobby agrícola no gubernamental.
Las granjas estadounidenses también están considerando posibles pérdidas por un impuesto chino de 25% anunciado sobre importantes importaciones estadounidenses tras la decisión del Gobierno de Estados Unidos de aplicar aranceles al acero y al aluminio. Se prevé que los ingresos netos agrícolas en Estados Unidos bajen a U$S 59.500 millones en 2018, un declive de 8,3% respecto a 2017, según el USDA. Desde 2013, han bajado un 55%.
Stephanie Kelly y Toma Polansek (Agencia Reuters)