Luego de cinco semanas con condiciones climáticas de inestabilidad y precipitaciones en todos los departamentos del centro-norte de Santa Fe continúan manifestándose las consecuencias en los cultivos, dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Los registros pluviométricos acumulados en la semana fluctuaron entre 50 y 350 mm, registrándose los mayores montos en los departamentos del norte del área, generando la paralización del proceso de cosecha por la inaccesibilidad a los lotes.
En este contexto, las consecuencias en la producción de soja se observan particularmente en dos aspectos: calidad y cantidad. En primer término, el deterioro de los granos se refleja en indicadores como el manchado, brotado, podredumbre, apertura de vainas, y caída de los mismos. En relación a la cantidad, se observa una significativa merma en qq/ha, consecuencia del anterior déficit hídrico padecido por los cultivos, explica el informe.
La soja de primera, hasta la fecha logró un grado de avance en la cosecha del 60 %, representando aproximadamente unas 540.000 ha, sin progreso intersemanal y un retraso de 40 puntos porcentuales en referencia al ciclo anterior.
Los rindes fluctuaron entre 10 y 25 qq/ha en los departamentos del norte del área. En tanto, en la zona centro variaron entre 20 y 37 qq/ha, (con lotes puntuales de 40 45 y 55 qq/ha). Los departamentos del sur del área de estudio oscilaron entre 38 y 47 qq/ha, con lotes puntuales de 60 qq/ha.
En soja de segunda, la cosecha se encuentra en un grado de avance del orden del 15 %, representando aproximadamente unas 75.375 ha, sin avance intersemanal y un retraso de 33 puntos porcentuales en referencia al año pasado.
Los rendimientos mínimos promedios obtenidos fluctuaron desde 4 - 5 6 qq/ha y los máximos 28 30 33 qq/ha con lotes puntuales de 40 qq/ha. Se observaron resultados heterogéneos , presentándose situaciones en que habiendo comenzado la trilla y no superando los 3 4 qq/ha de rendimiento, se optó por no continuar.
Además, tanto en el cultivo de primera como de segunda, se observó un progreso agresivo de las malezas producto de los altos niveles de humedad y los excesos hídricos puntuales.