China se convirtió en los últimos años en el principal destino de las exportaciones argentinas de carne vacuna, desde su apertura en 2011. A tal nivel es su importancia que el año pasado representó casi la mitad de los envíos al exterior, y fue el principal destino en términos de los dólares facturados.
En ese punto, desplazó a un destino más tradicional y de alto valor como Alemania.
Pero para la industria hay mucho más para hacer con ese mercado.
Y la feria (SIAL) que se realizará en Shanghái esta semana (entre el 16 y 18 de mayo) se presenta como una oportunidad para mejorar la percepción que en el gigante asiático existe sobre la carne argentina, y también, para avanzar en nuevos negocios.
Esos dos parecen ser los objetivos de la industria, que contará con el Pabellón Argentine Beef, de casi 1000 metros cuadrados.
"Todos quieren viajar a China porque saben que es una aspiradora de carne que compra todo", resumió Ulises Forte, Presidente del IPCVA en la previa a la expo al referirse al número de 27 empresas que dirán presentes.
Será un récord de participación, por encima de las 22 que concurrieron el año pasado a la misma feria. "Sólo se superó ese número en la SIAL de París en 2005 que un pico de 30 empresas", contaron a El Cronista desde el sector.
Forte contó que en esta oportunidad se apuntará a profundizar el conocimiento sobre el producto argentino: "El próximo paso que debemos dar es posicionar nuestro producto como carne de alta calidad, siendo que al menos hasta ahora los orientales no saben que la argentina es una de las carnes más prestigiosas del mundo occidental y, por cercanía y presencia en el mercado para ellos la carne de calidad es la australiana".
El propio IPCVA lanzó recientemente una convocatoria para realizar un estudio de mercado para la carne argentina en China y Hong Kong, cuyos resultados serán presentados en la feria.
"Tenemos que mostrar que nuestra carne es la mejor. Está muy bien ubicar cortes como el garrón, el brazuelo o el cogote, pero también podríamos exportar bifes o lomos destinados a una población que cada vez posee mejores recursos y a los miles de hoteles de cuatro y cinco estrellas", afirmó.
El segundo punto se complementará con la misión comercial que el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere encarará por la ciudad china, con la intención de cerrar finalmente el nuevo protocolo sanitario para exportar carne vacuna enfriada y con hueso.
Sería un avance para los frigoríficos locales exportadores, aunque algunos referentes del sector advirtieron sobre sus consecuencias: "Me preocupa su firma porque no me queda claro un protocolo que no se da a publicidad de la industria.
Existen serios problemas sobre la comercializacion de vaca, con dificultades para mantener la trazabilidad y estamos aceptando que China tenga exigencias mucho mayores que los de la OIE - Organización Mundial de Epizootias-, siendo los dos integrantes de la organización", advirtió Miguel Schiariti, Presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra).
Y agregó que la consecuencia de abrir el protocolo de carne con hueso, sin haber abierto otros mercados como el de Estados Unidos o Japón, podría generar despidos de trabajadores de la industria frigorífica: "si se exporta carne con hueso vamos a terminar exportando menor cantidad de mano de obra", expresó. Sin embargo, los pasos ya parecen dados. La ilusión pasa por incrementar las 92.200 toneladas que el año pasado demandó el gigante asiático de carne vacuna.
Manuel Parera