Según consigna una publicación del Observatorio de la Tierra, perteneciente a la NASA, la llanura del Gran Chaco sudamericano es hogar de un bosque seco de árboles espinosos, arbustos y pastos. El segundo bosque más grande de América Latina, detrás de la selva amazónica, se extiende por partes de Paraguay, Argentina y Bolivia y es compatible con miles de tipos de plantas y cientos de especies de aves, mamíferos y reptiles.
Sin embargo, la región también tiene una de las tasas más altas de deforestación en el mundo. Las observaciones de los satélites Landsat indican que aproximadamente el 20% (142.000 kilómetros cuadrados del bosque del Gran Chaco) se ha convertido en tierras de cultivo o pastoreo desde 1985. Esa es un área aproximadamente del tamaño del estado de Nueva York.
La deforestación se ha extendido particularmente en Paraguay en los últimos años. Entre 1987 y 2012, los bosques en Paraguay perdieron casi 44.000 kilómetros cuadrados, principalmente debido a la expansión de la ganadería en la parte occidental del país.
El Operational Land Imager (OLI) del Landsat 8 capturó esta imagen en color natural de los pastizales en Boquerón el 14 de agosto de 2016. La imagen está centrada al este del río Pilcomayo, cerca de Tezén. A diferencia del patrón de "deforestación" del Amazonas, la deforestación en el Gran Chaco tiende a dejar grandes claros rectangulares.