Semana a semana se ajusta la estimación de la producción nacional de soja. La última de las proyecciones calculó que se cosecharán, a nivel nacional, 37 millones de toneladas del poroto.
Sin embargo, tan negativo como esto es el impacto que esta caída provocará sobre el ingreso de divisas para la macroeconomía y la reducción en la capacidad de molienda que registrará la industria soja.
Por esto, el analista Enrique Erize, titular de Nóvitas, hizo algunas reflexiones sobre estos temas en diálogo con Agritotal.
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Respecto a la agroindustria sojera, Erize estimó que, "con suerte, la industria este año molerá, como máximo, 34 millones de toneladas de soja. De las 37 millones, 3 se exportarán como poroto tal cual y el resto se convertirá en aceite y harina. Lo preocupante es que la industria local está preparada para moler 68 millones de toneladas por año, con lo cual en 2018 trabajará a la mitad de su capacidad instalada. Por eso, la industria aceitera tendrá un año muy difícil", se lamentó el analista.
Bajo este contexto, queda por dilucidar si la industria estará dispuesta a pagarle al productor los 380 dólares por toneladas que actualmente vale el poroto o intentará negociar un precio menor, sabiendo de la necesidad del productor de hacerse de liquidez en una campaña complicada financieramente.
Por su parte, el analista siguió. "Para el país, la baja aproximada de 20 millones de toneladas en la producción de soja significarán 5.000 millones de dólares menos para la balanza comercial y la recaudación fiscal del Gobierno. Son números que oscurecen el panorama, teniendo el cuenta que la balanza comercial de 2017 registró un saldo negativo de casi 8.500 millones de dólares. Si a esto se agrega lo que pueda pasar este año, es un tema preocupante", finalizó Erize.