6 Abr 2018
La firma tomó la decisión después de más de dos meses de conflicto y huelgas, desde que decidió despedir un total de 34 trabajadores (33 de las plantas de Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear y uno de Bahía Blanca), con el objetivo de reemplazarlos por otros perfiles de trabajadores.
La parálisis se extenderá hasta el próximo 10 de abril y será, tal como aclaró Cargill, con suspensión del personal sin goce de haberes. "Dado que es nuestra prioridad la seguridad del personal, de las operaciones y de las comunidades en donde estamos presentes, y en virtud de los paros no programados que se suceden de forma frecuente e intermitente en distintas áreas de trabajo que nos impiden operar en condiciones seguras, es que nos vemos obligados a tomar esta decisión", comunicó y añadió que "estamos haciendo las denuncias y presentaciones pertinentes" ante las autoridades laborales y organismos de control.
Desde la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines afirmaron que la suspensión afecta a 400 trabajadores, y que se trata de un ilegal y arbitrario "lock out". "Además dejará de abonar los salarios lo que resulta en una nueva violación de la normativa laboral vigente", y agregó que se trata de una "maniobra empresaria en represalia del accionar sindical".
Cargill, que es la principal exportadora de granos del país y el último año viene de aumentar su caudal exportador en un 30% (exportó 11,5 millones de toneladas, un 14% del total exportado en el rubro), considera la medida del reemplazo de perfiles como "irreversible", cuyo objetivo no es la tercerización, ni la eliminación de puestos de trabajo sino el reemplazo de colaboradores.