La soja temprana con avance en los estados fenológicos bajo las condiciones ambientales que se registraron hasta la fecha fueron normales y se mantuvo un estado sanitario bueno, aceptable en general, sin inconvenientes, manteniéndose la muy baja presión de presencia de plagas, como oruga medidora, bolillera y chinches.
Un 75 % de los lotes de la superficie sembrada para esta campaña 2017/2018 presentó estado bueno, con cierto porcentaje a muy bueno, conservando los indicadores ya enunciados, como un muy buen desarrollo de estructura, altura y stand de plantas, como así también buena cantidad de flores en nudos y vainas.
Un 18 % presentó estado bueno a regular, como consecuencia del estrés hídrico y térmico sufrido, acentuado por la ausencia de precipitaciones y el 7 % restante estado regular a malo, consecuencia de lo mencionado. Particularmente este porcentaje se ubicó geográficamente en la zona del centro norte del área de estudio.
Para la soja de segunda se mantuvieron las condiciones climáticas y las características del período seco, por lo cual se estimó que un 75 % del área sembrada presentó diferentes grados de afectación, situación que con el transcurso de los días disminuyó las probabilidades de cambio, por lo cual la producción final resultaría inferior y de importancia a la campaña pasada.
Los productores hicieron cambios en la planificación y tomaron decisiones día a día. Una de las posturas que se mantuvo fue la del pastoreo con animales y en otros casos, la realización de rollos para reserva, ante la complicada situación a futuro de las ofertas de forraje. Los síntomas principales enunciados continuaron incrementándose, como lo fueron: poco desarrollo de estructuras y stand de plantas, bajas alturas, entresurcos no cerrados, amarillamiento de hojas basales, no uniformidad de lotes (desparejos) y mortandad de plantas a medida que pasaron los días.
El grado de avance en el proceso de cosecha llegó a un 82 % para el maíz de primera. La trilla continuó a ritmo sostenido, pero lento, regulada por los porcentajes de humedad de grano, siendo la característica que reinó desde el inicio hasta la fecha.
Sin variación en los rendimientos promedios obtenidos en cada área, manteniéndose estable; en el norte fueron de 45 a 60 qq/ha, los que fueron aumentado a medida que avanzó la recolección. En los departamentos del centro, en promedio, fluctuaron entre 65 a 75 qq/ha, con lotes puntuales de 85 a 90 qq/ha y en los departamentos del sur, fueron de 85 a 110 qq/ha. La sanidad presentó buena condición, sin complicaciones en este período.
En cuanto al maíz de segunda, el progreso de los estados fenológicos en los cultivares lentamente avanzaron acentuándose los síntomas característicos de estrés hídrico y térmico.
Con el transcurso de los días continuó incrementándose la superficie afectada y se observaron los síntomas ya enunciados: el enrollamiento de hojas, cambios de coloración, amarillamiento de hojas inferiores, con bajo desarrollo en altura, estructura y uniformidad de plantas, lotes desparejos y ataques de orugas cogolleras.
Por ello a la fecha, un 68 % del área sembrada presentó estado regular, dicho porcentaje se incrementó en 3 puntos en la semana. El porcentaje restante en estado bueno y bajas consecuencias.