El cierre del mercado norteamericano al que se le suma el alto arancel que impuso Europa por la importación de biodiésel desde la Argentina, muestra en los dos primeros dos meses del año un baja del 26% en los envíos. Este se complica aún más por la aplicación por parte del Gobierno del pago de retenciones del 8%, lo que genera una falta de competitividad a la industria en el mercado externo.
Según datos provisorios aportados por la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) en enero se habrían exportado 200.000 toneladas y febrero rondará entre las 30.000 y 60.000 toneladas de biodiésel. Este número contrasta con las 190.035 y 162.200 toneladas, respectivamente de 2017; lo que muestra una caída del 26 por ciento.
Al ver los motivos de la merma éste responde al aumento de las retenciones las cuales antes eran móviles y ahora pasaron al 8% desde el mes pasado, lo que "frenó totalmente" la producción. Además la cotización del biocombustible está en baja en Europa que vale recordar impuso un arancel del 15% en promedio.
Un tema no menor es que la baja de medio punto porcentual en el aceite mes a mes incide en un mayor costo para las fábricas que compran el producto el cual ronda los u$s4 por tonelada. Es por eso que entre enero y febrero y en lo que sigue, se observaran "importantes bajas".
La mala noticia es que hace poco la Comisión Europea inicio una investigación respecto a si productores argentinos que exportan biodiésel hacia el bloque se están beneficiando de subsidios injustos.
Este será otro canal para imponer aranceles efectivos al producto local después de que Argentina e Indonesia, ambos grandes productores, han presentado exitosos reclamos contra aranceles antidumping de la Unión Europea, que fueron fijados por cinco años en 2013.
El reclamo surgió meses atrás cuando el presidente de la Federación Francesa de Productores de Oleaginosos (FOP), Arnaud Rousseau, señaló: "Demandamos que haya un procedimiento de denuncia fasttrack" y agregó que "el gobierno argentino no aplica impuestos al biodiésel para la exportación, contrariamente al aceite de soja, al que aplica una tasa del 25 por ciento". Se cree que para el segundo semestre el mercado europeo volverá a estar cerrado.
Por lo pronto, la vuelta de Europa desde septiembre pasado permitió que el cuarto trimestre de 2017 no haya terminado en baja tras el cierre de los Estados Unidos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestran que el año pasado los envíos totalizaron 1,65 millones de toneladas apenas por arriba de las 1,62 millones de 2016, lo cual terminó con un alza del 1,4 por ciento.
Indudablemente el mercado norteamericano fue el motor en los últimos años. Ahora todo dependerá de la OMC a donde un panel volverá a decidir como sucedió con el limón.
Merino Soto