Por la sequía, las estimaciones de producción de soja continúan ajustándose a la baja y ya hablan de la menor cosecha desde 2012.
Luego del ajuste en el pronóstico a 46,5 millones de toneladas de la Bolsa de Rosario, ayer se conoció un reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que pronostica que este año cerrará con unas 47 millones de toneladas, lo cual implicaría una merma en el ingreso de divisas de hasta u$s 3.000 millones en relación a 2017. Esta situación generará un impacto negativo del sector agropecuario en su conjunto de 0,5 puntos sobre el PBI, teniendo en cuenta que la falta de agua también afectó al maíz, lo cual se trasladará a otros eslabones como la ganadería.
El reporte difundido ayer plantea que pese a las lluvias aún "prevalece una condición hídrica de regular a sequía en la provincia, y el cultivo ya presenta daños irreversibles que incluso podrían acentuarse durante los próximos días", dado que no hay perspectivas de lluvias en el corto y mediano plazo. En tanto, en Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba "ahora se suma el riesgo de pérdida de gran parte del área sembrada como soja de segunda". Por su parte, "el noroeste aún mantiene una favorable oferta hídrica".
El trabajo de la Bolsa de cereales advierte que sólo el 20% de la soja está con condiciones de cultivo normales o buenas por la sequía y las que está en condición mala o regular suman casi 80%.
La proyección por 47 millones está tres toneladas por debajo del último cálculo realizado por la entidad, unos siete millones debajo de la estimación al inicio de la campaña y 10,5 menos en relación a la producción 2016/2017.
De acuerdo a un informe de la consultora Delphos, el complejo oleaginoso aportaría u$s 3.000 millones menos frente a la campaña anterior, trayendo más complicaciones al ya de por sí grave cuadro que muestra el creciente déficit comercial, con una caída de 8,5% en las exportaciones del sector agroexportador.
Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, es más optimista y habla de una reducción de u$s 1.350 millones, de 0,22% en el PBI medido a precios corrientes, y el 1,73% de las exportaciones totales del país, sumando bienes y servicios.
Lo cierto es que la Bolsa de cereales porteña también recortó en dos millones de toneladas la estimación para la cosecha de maíz, que así llegaría a las 37 millones, debajo de las 41 millones producidas en 2017.
"Una menor cosecha de maíz va impactar en los márgenes de rentabilidad de otra actividades, como ser la ganadería vacuna, porcina y la cría de aves de corral, afectando también su desempeño.
Y afectar negativamente la demanda de agroquímicos, fertilizantes y otros insumos", puntualizó Caamaño. De esta manera el impacto total de la sequía sobre el producto sumaría medio punto porcentual, en línea con las estimaciones de Delphos.
En tanto, para la consultora LCG el sector agropecuario restaría entre u$s 400 y u$s 2.000 millones en exportaciones, equivalentes a entre 0,5% y el 3,4% de las ventas totales al exterior en 2017.
Ignacio Ostera