Las divisas procedentes de exportaciones del agro y de sus derivados industriales siguen teniendo gran peso en la balanza comercial del país, pese a que en los últimos años, especialmente en el último tramo del gobierno kirchnerista, evidenciaron perder terreno en el escenario internacional.
Las exportaciones de la agroindustria representaban el 3,73 por ciento del mercado mundial en el bienio 2007/2008. Luego de ocho años, en el bienio 2015/2016, la inserción había bajado al 3,33 por ciento, un ajuste del 11 por ciento en el período, según los economistas Juan Manuel Garzón y Emilia Bullano, del Ieral-Fundación Mediterránea (ver un titulo por aparte).
Pero las divisas del agro siguen dominando la torta de las ventas externas. En 2017, dos de cada tres dólares ingresados por exportaciones fueron generados por el campo, la agroindustria y la piscicultura, destaca un informe de Julio Calzada y Federico Di Yenno, de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
A esta conclusión se llega de agregar a los granos y al complejo sojero las ventas de animales, carnes, pescado, miel y otros productos de las economías regionales. Todo ese conjunto -productos primarios y manufacturas de origen agropecuario (MOA)- sumó 37.328 millones de dólares durante el último año, sobre un total de 58.428 millones.
Granos y subproductos
El 43 por ciento de las divisas lo generó la producción de granos y su posterior industrialización (harinas, aceites, biodiésel y otros subproductos). Tomando esta porción, cuatro de cada 10 dólares provinieron de las ventas de granos, harinas, aceites, biodiésel y otros subproductos.
Sumadas las exportaciones de los complejos oleaginosos (soja más girasol) y de los complejos cerealeros (maíz, trigo, cebada, arroz y sorgo), se arriba a un total de 25.300 millones de dólares, versus un total de 58.428 millones de dólares en exportaciones contabilizadas por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos).
Complejo sojero
Las exportaciones del complejo oleaginoso (soja más girasol y su procesamiento) reportaron 17.957 millones de dólares, 31 por ciento del total; casi uno de cada tres dólares que entraron. Una vez más, la harina de soja de alta proteína fue el principal producto, con 9.079 millones de dólares.
Trigo y maíz ganan terreno
En el caso del trigo, las ventas al exterior totalizaron 2.581 millones de dólares; en un año crecieron 25 por ciento, de la mano de mayor producción de grano y harina.
El complejo maíz aportó en 2017 el 6,8 por ciento de las divisas por exportaciones, con cuatro mil millones de dólares. Este indicador muestra el gran aporte que hace el maíz en grano a las exportaciones totales del país, destacó el informe de la Bolsa rosarina.
Entre las manufacturas de origen agropecuario figuran carnes, pescados y mariscos elaborados, productos lácteos, frutas secas o procesadas, café, té, yerba mate y especias, productos de molinería y sus preparaciones, grasas y aceites, azúcar, cacao y artículos de confitería. Se suman preparados de hortalizas, legumbres y frutas, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre, harinas oleaginosas, biodiésel, pieles, cueros y lanas elaboradas.