Mucho se ha hablado en ese último tiempo sobre la falta de competitividad que registra la fruticultura del Valle de Río Negro y Neuquén.
Hoy, uno de los factores clave de este problema es la energía. En estos últimos días llegaron las facturas de la distribuidora Edersa a los frigoríficos de la región con aumentos interanuales que se ubican en torno al 70%. En dólares, ese salto representa el 30%.
Tomando en forma aleatoria una de las que ya recibieron gran parte de la industria regional se puede determinar que el valor de la energía creció a una tasa promedio del 42% entre enero de este año y mismo periodo de 2017, mientras que el valor agregado de distribución (VAD, ítem en donde se contempla, entre otros, la rentabilidad de la distribuidora) saltó 96%.
Teniendo en cuenta la dura coyuntura que está atravesando el sistema frutícola en su conjunto, y la incidencia que tiene la energía en la estructura de costos, esta suba interanual registrada difícilmente pueda llegar a ser absorbida sin erosionar aún más competitividad de la actividad. Hay que tener en cuenta que la energía se lleva cerca del 30% del costo total que contempla el empaque y enfriamiento.
Lo más paradójico de todo este contexto está dado en que mientras la factura de energía sube a tasas desproporcionadas el servicio no cumple las expectativas de eficiencia que se prevén para actividades relacionadas al manejo de alimentos, como es el caso de la fruticultura, donde la cadena de frío es clave para mantener un producto de calidad.
En las últimas semanas los cortes de energía han causado severos inconvenientes en plena temporada frutícola. Muchas fueron las empresas que tuvieron que recurrir al alquiler o compra de grupos electrógenos para contar con el suministro de energía que permita sostener la calidad del producto en el proceso de recolección, pre enfriado y almacenamiento en cámara. Esto, sin dudas, incrementa aún más los costos de producción.
Datos suministrados por una empresa dan cuenta que el alquiler por 30 días de un grupo electrógeno de 550 Kva tiene un costo fijo de 80.000 pesos, a lo que hay que sumarle 400 pesos por hora para ponerlo en marcha y a eso adicionar los 100 litros de gas oil que consume por día el equipo, colocando el costo variable en alrededor de 56.000 diarios. Todos números imposibles de sostener para la industria en cortes que duren más de 48 horas.
Por último, y tal como se refleja en el infograma adjunto, sería importante poder rever la matriz que compone hoy la estructura de la tarifa eléctrica, donde sólo el 32% corresponde al valor de la energía.
Datos clave
96%
Fue el salto que registró el valor agregado de distribución de Edersa durante los últimos doce meses.
80.000
Es el costo en pesos que tiene el alquiler por 30 días de un grupo electrógeno de 550 Kva, sin contar costos variables.
Javier Lojo