El Gobierno celebró la noticia de que Singapur volvió a autorizar la importación de alimentos argentinos con la certificación Halal, un proceso de garantía de calidad acorde con las exigencias alimentarias y religiosas de la religión musulmana.
La embajada argentina en Singapur, reabierta recientemente, comunicó que el Consejo Religioso Islámico de Singapur (MUIS), encargado de las certificaciones, aceptó una propuesta que el Gobierno presentó en agosto pasado.Desde mediados de 2016, Singapur no reconocía a ninguna certificadora argentina de Halal, por lo que a partir de esta medida el potencial de crecimiento que tienen los productos agroalimentarios es muy importante, especialmente en lo que se refiere a carnes, interpretó la Cancillería.
Desde ahora, el Senasa expedirá dos nuevos cuestionarios técnicos requeridos por el MUIS para cada establecimiento exportador, con el consentimiento del Ministerio de Agroindustria y del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).
El canciller Jorge Faurie celebró "la posibilidad de aumentar la llegada de productos argentinos de origen agroindustrial a Singapur", y recordó que "en los últimos dos años, el vínculo bilateral ha recibido un fuerte impulso a partir de los encuentros al más alto nivel".
Para Faurie, Singapur "es una de las economías más desarrolladas y pujantes de Asia, y abre enormes perspectivas y oportunidades para la inserción en ese continente".
El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, también destacó que la noticia "consolida el objetivo de convertirnos en supermercado del mundo, lo cual se traduce en más divisas, más empleo y más crecimiento".