En el que fue un gesto de puro realismo, Emmanuel Macron le dijo a Mauricio Macri que la carne vacuna era uno de los principales obstáculos para el demorado acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Por cierto, no hay ningún misterio en esa afirmación.
Francia junto a Irlanda y Polonia tienen razones para rechazar el ingreso de la más eficiente producción ganadera del Mercosur, convertido en el principal proveedor mundial de carnes rojas.
Esos tres países de la UE abastecen a una Europa en la que el consumo de carnes rojas está declinando por los precios y la influencia de los ambientalistas que la cuestionan.
Actualmente Europa consume unas ocho millones de toneladas de carne que se proyectan en poco tiempo a 7,5 millones. Y un mercado que se achica siempre agranda la tensión comercial.
En ese escenario, Francia es el negociador más inflexible. Irlanda, que mejoró su genética y la calidad de los cortes, le sigue los pasos. Lo mismo hace Polonia.
De acuerdo con el experto Víctor Tonelli, el Mercosur, con Brasil a la cabeza y Paraguay y Uruguay, que han devenido en grandes exportadores, tiene un potencial de crecimiento gigantesco, algo que temen los europeos.
"Australia y Nueva Zelandia, que son también fuertes exportadores de carnes rojas de calidad, aportan entre el 10 al 15% de las necesidades mundiales pero alcanzaron su techo productivo", dijo Tonelli.
¿Y Argentina? "Viene en el sendero del crecimiento y está para duplicar su producción. Por eso hay que negociar muy bien ahora", aconseja Tonelli frente a los europeos.
Argentina llevará a la reunión en Bruselas esta semana una propuesta que puede dejar un sabor agridulce a los ganaderos del Mercosur pero podría llegar a destrabar el tratado.
Al principio el Mercosur exigía un cupo de 400.000 toneladas equivalente a res con hueso. Bruselas ofreció 70.000. Esta semana, el bloque hablará de 150.000 toneladas ¿Las aceptará Europa? Parece difícil. Ayer se conoció la carta que el último 24 de enero le enviaron a la Comisión Europea las principales organizaciones del agro europeo. En la misiva advierten que deben "rechazar cualquier tipo de concesión" que ponga en riesgo a los productores.
La carta de la Association Européenne des Agriculteurs y de las cooperativas agrícolas, Copa-Cogeca, fue dirigida a Cecilia Malmström, la comisaria europea a cargo de esta negociación.
Allí se insiste en el rol "crucial de la agricultura y de las industrias de alimento europeas en la economía del continente y que amenaza el acuerdo con el Mercosur". Los 28 países de la Unión Europea contabilizan 22 millones de agricultores y la industria de alimentos emplea a 44 millones de personas y genera exportaciones por 20 mil millones de euros.
"Si se aceptan las condiciones del Mercosur, será una catástrofe para el sector agrícola más sensible como la producción de carne, azúcar y el jugo de naranja", se afirma en la carta.
Según los productores europeos, el Mercosur envía unas 250.000 toneladas a las que añadirían las 150.000 que pretende ahora.
Anoche apareció por primera vez la luz al final del túnel. La Comisión de la Unión Europea dijo que veía al "alcance de la mano un tratado de libre comercio con el Mercosur", según declaró el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan.
"Creemos que el pacto se puede firmar en breve", señaló Hogan tras una reunión con los ministros de Agricultura de la UE.
Silvia Naishtat