Productores y empresarios frutícolas mostraron un alto grado de desconcierto al ser consultados por el nuevo decreto que define el avance, en forma unilateral, de un esquema de reconversión frutícola, creando un régimen de organización de productores para su asociación y facilitar su ingreso al circuito comercial, y programar la inversión productiva.
"El Libro Blanco ya había sido rechazado por la mayor parte de las cámaras de productores cuando fue presentado por el gobierno hace más de un año. No se entiende por qué se vuelve a insistir ahora", confió Carlos Zanardi, referente productivo de Fernández Oro.
El decreto N° 2032, publicado en el Boletín Oficial el lunes, aprueba los contenidos del Libro Blanco de la Fruticultura sobre los que comenzará a trabajar la Provincia de Río Negro para sacar de la crisis al sector. La puesta en marcha de un decreto choca con la iniciativa, acordada entre los distintos sectores de la fruticultura con Nación, de consensuar políticas para implementar cambios estructurales en el sistema. "Me comuniqué con el subsecretario de Agricultura, Luis María Urriza, y me comentó que no estaba al tanto del tema pero que Nación no respaldará nada sin el consenso de todos los sectores", remarcó Zanardi.
Por su parte el presidente de la CAFI, Pablo Cervi, señaló que "me resulta extraño este tipo de actitud teniendo en cuenta que venimos de una reciente reunión en donde se pide consensos para armar un programa que involucre a todos los que participan de la actividad". Aclaró que esperan tener algún contacto en lo que resta de esta semana con el gobierno provincial para continuar con las conversaciones iniciadas en Buenos Aires. "Me gustaría escuchar de boca del ministro Diomedi saber qué pasó, por qué salió ese decreto, para no aventurar una opinión sin antes hablar con él", reflexionó el empresario.
"Río Negro" intentó ayer hablar con el ministro Alberto Diomedi para aclarar la postura provincial, pero el funcionario trasladó su decisión que -"por ahora"- no haría declaraciones.
