El Juzgado Federal Número 2 en lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Martín prohibió el avance del traslado del Mercado de Hacienda de Liniers a unos terrenos de la localidad de Aldo Bonzi en La Matanza.
De esta forma, la Justicia aceptó un amparo que había sido interpuesto por la intendenta de La Matanza Verónica Magario, quien se opone al traslado del predio que empezó el 7 de octubre de 2016 y cuando el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal firmaron un acuerdo con las autoridades del Mercado Central para el traslado.
El amparo al que le hizo lugar el Juzgado Federal Número 2 había sido presentada por Magario, y el juzgado resolvió "la suspensión de toda obra que altere el inmueble" al tiempo que ordenó que "en el plazo de 5 días, la Corporación del Mercado Central, el Ministerio de Agroindustria, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Mercado de Hacienda de Liniers brinden la información respecto del interés público comprometido así como las condiciones de admisibilidad y procedencia del traslado indicado, información negada hasta la fecha a la Municipalidad no obstante reiterados pedidos en tal sentido"
En ese sentido, Magario dijo que "estamos muy contentos, porque hoy 29 de diciembre he venido a notificarme de la presentación que hicimos para que no se instale el Mercado de Hacienda en ese lugar y ha salido una medida cautelar para que se suspendan todas las obras que se estaban desarrollando".
Apenas se hizo público el fallo, Magario expresó que "quiero expresarles y decirles a todos los vecinos que la Justicia ha hecho justicia, están paradas las obras y no se podrá avanzar con ese proyecto que iba a traer deterioro y contaminación a nuestras localidades y por lo cual nunca fuimos consultados nosotros como autoridades ni los vecinos".
El argumento del municipio está relacionado con que "el ingreso de más de 1.250.000 animales por año a los barrios del distrito generaría un impacto ambiental insoportable para los vecinos, tanto por el vuelco de líquidos contaminantes que afectarían seriamente suelos y napas, como por la saturación vehicular y el exceso de peso sobre las capas asfálticas", informó el Ejecutivo de La Matanza en un comunicado, que agregó que "esas zonas del municipio terminarían con calles destrozadas y afectará seriamente el tendido de redes o caños subterráneos, como los de agua, gas y cloacas, producto de la presencia de más de 115.000 camiones al año".