Así lo denunció la Federación Olivícola Argentina (FOA), destacando que las subas tarifarias, junto con el ingreso sin arancel de aceitunas egipcias, han significado la pérdida del 30% del mercado brasileño, que es el principal comprador de aceitunas y aceite de oliva argentinos.
La electricidad representa el 40% de los costos de esta agroindustria, intensiva en el uso energético para riego, dado que el agua debe extraerse de pozos profundos. "El aumento de más de 60% en la tarifa de luz, sumado al retiro de un subsidio que brindaba la provincia de La Rioja, hace inviable la actividad", aseguró a El Cronista Julián Clusellas, presidente FOA. El sector ocupa a más de 30 mil personas en unas 1.500 pymes.
Surgida en los años 60 y 70 por una política de diferimientos impositivos en las provincias de Catamarca y La Rioja, la producción olivícola se destina mayormente a la exportación. Hoy se vende al mercado externo el 70% de las aceitunas de mesa y casi el 80% del aceite de oliva. Brasil es el principal destino, pero a partir de la puesta en marcha del acuerdo comercial entre el Mercosur y Egipto, las aceitunas de ese país ingresan sin arancel. "Nadie nos consultó a la hora de firmar ese tratado, y nos enteramos porque bajaron las exportaciones", señaló el productor.
"Necesitamos el apoyo del Estado para instalar bombas solares de extracción de agua", sostuvo Clusellas, y destacó que se necesitan inversiones para que los productores puedan reconvertirse y generar su propia energía renovable.