Nuestro país, dentro de Latinoamérica, se destaca por sus altos rendimientos y la calidad de "papa semilla". Sin embargo, para continuar con estos niveles de producción y calidad, es necesario que el cultivo sea protegido adecuadamente durante todo el período de su crecimiento.
La presencia de plagas y enfermedades comprometen la disponibilidad de este alimento, generando pérdidas en los rendimientos y en la calidad de los productos cosechados, tanto antes como después de la cosecha, ya que este cultivo es sumamente susceptible al ataque de diversas adversidades y requiere realizar una gran cantidad de intervenciones sanitarias.
Un correcto manejo de las mismas permitirá lograr una producción más eficiente. En este sentido, utilizar el Manejo Integrado de Plagas (MIP) cobra gran importancia al momento de proteger nuestro cultivo.
El MIP consiste en la utilización de diversas herramientas para poder hacer frente a las adversidades que afecten a nuestro cultivo. Para poder llevarlo a cabo, es indispensable reconocer las adversidades y el estado fenológico del cultivo en que es más sensible al ataque de una plaga o enfermedad, para informarse acerca de los métodos de control y prevención que se podrán utilizar frente a ellas.
Comenzando desde la siembra del cultivo, a fin de prevenir futuras enfermedades, es indispensable contar con una semilla fiscalizada por el ente regulador, en nuestro país el INASE (Instituto Nacional de Semillas). Deberemos estar atentos a que la misma no posea defectos, ni internos ni externos, que podrían deberse a la incidencia de ciertas enfermedades fúngicas.
En general el cultivo de papa se ve afectado, entre otras, por enfermedades fúngicas tales como el Tizón Tardío, Tizón Temprano, Fusariosis y Sarna Negra; entre otras. La aparición del Tizón Tardío se ve favorecida por condiciones de alta humedad y temperaturas frescas (no mayores de 24º); a diferencia del Tizón Temprano el cual aparece con condiciones alta humedad y temperatura (29-30ºC). El primero se caracteriza por la aparición de manchas de color verde claro en forma irregular que tras el avance de la enfermedad se vuelven necróticas (tejido muerto).
La misma puede causar la muerte de hojas, folíolos y hasta la planta entera. Los tubérculos infectados se caracterizan por la aparición de áreas irregulares ligeramente hundidas. En el caso del Tizón Temprano, el mismo ataca en primer lugar a las hojas más viejas produciendo manchas en forma de tiro al blanco y defoliación.
Por otro lado, tanto Fusariosis como Sarna Negra son enfermedades provocadas por patógenos del suelo. La primera se observa principalmente en el envés de las hojas como un punteado necrótico. En el tubérculo genera una pudrición seca y pueden llegar a observarse micelios de diferentes colores en el caso que la enfermedad progrese. Por otro lado, la Sarna Negra puede afectar desde el inicio del cultivo, generando fallas en la emergencia. Sus principales características son: el marchitamiento y muerte de plantas, aparición de amarilleamiento y enrollamiento de las hojas. Puede distinguirse de los virus al generar la formación de tubérculos aéreos deformados con rajaduras y verdeados.
Asimismo puede llegar a identificarse a través de la aparición de Esclerotos (estructura reproductiva del hongo). Se recomienda para su prevención, además de utilizar semilla fiscalizada; rotar los cultivos y no plantar en suelos con temperaturas menores a los 15ºC. Junto a estas recomendaciones se aconseja el seguimiento del cultivo mediante un constante monitoreo a fin de identificar posibles focos de la enfermedad y considerar eventualmente la utilización de fungicidas.
Dentro de las plagas que afectan al cultivo de papa es importante realizar monitoreos identificando áfidos o pulgones, los cuales son los principales vectores del virus del enrollamiento de la hoja de la papa (PLRV), generando el característico enrollamiento de los folíolos inferiores y adquiriendo una coloración violácea en los márgenes. Los mismos suelen encontrarse agrupados cerca de los pecíolos de las hojas.
Otro virus trasmitido por insectos es el TSWV (Tomato Spotted Wilt Vrus) el cual produce necrosis de los brotes apicales y es transmitido por Trips; plaga que comparte con el Tomate. Utilizar trampas de color amarillo permitirá realizar un correcto monitoreo de los mismos. Cuando la incidencia de la plaga supere los umbrales recomendados se deberá considerar la posibilidad de llevar a cabo la utilización de insecticidas.
Al momento de utilizar fungicidas, insecticidas o herbicidas, se deberá tener en cuenta la importancia de realizar un uso responsable de los mismos, siguiendo las recomendaciones que figuran en la etiqueta de los envases, como por ejemplo respetar los tiempos mínimos necesarios entre la aplicación y la cosecha (tiempo de carencia). Utilizando el equipo de protección personal adecuado, así como las dosis recomendadas y llevar a cabo los recaudos necesarios para que su uso genere una protección eficiente pero segura tanto para el cultivo, el operador, la sociedad y el ambiente.
El reconocimiento de las plagas es uno de los principios fundamentales para poder llevar a cabo un correcto MIP e identificar cuáles son los métodos de control y prevención de mayor eficacia para poder controlar la adversidad, permitiendo que nuestro cultivo se desarrolle adecuadamente.