El titular de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Pedro Vigneau, alertó hoy que la indecisión europea sobre la renovación del uso del glifosato, pone en riesgo la producción en el Mercosur y la seguridad alimentaria global.
"La indecisión de la UE en renovar la registración del glifosato perjudica seriamente al Mercosur", es el título de un comunicado de la entidad difundido hoy,
Vigneau alertó que sólo para la Argentina, la decisión de no renovar el glifosato pone en juego 16.800 millones de dólares y condenará a los productores de unas cinco millones de hectáreas -principalmente del NOA/NEA- a abandonar la agricultura por no tener otra alternativa productiva.
También consideró que el costo ambiental de la medida es incalculable y representará un retroceso para la sustentabilidad de la región, y para Vigneau, el impacto negativo por este tema es mucho mayor al generado por el conflicto con las exportaciones de Biodiesel argentino a los Estados Unidos.
Vigneau, alertó que "la decisión de la Unión Europea (UE) de no adoptar una decisión basada en la evidencia científica para aprobar el re-registro del glifosato por 15 años, y en su lugar basarse en ideologías políticas para avanzar hacia una prohibición del herbicida de mayor uso en la agricultura mundial, es una amenaza directa al Mercosur".
Además, advirtió que "puede poner en crisis la seguridad alimentaria global al afectar dramáticamente el precio de los alimentos y el comercio de alimentos".
El dirigente advirtió que la decisión de Francia de prohibir el glifosato, y de la UE de avanzar hacia una prohibición, esconden la intención de imponer Barreras Para Arancelarias que dificultarían mucho la producción de los principales commodities que se exportan a Europa, provocando fuertes subas en los precios que podrían superar los valores del 2008.
"El Mercosur es la región que se verá más perjudicada por esta decisión y en particular, Argentina que tanto depende de las exportaciones del sector agrícola para asegurar el ingreso de divisas", afirmó el titular de Aapresid.
Explicó que la no registración del glifosato impondrá niveles de residuos tan mínimos, que serán imposibles de cumplir, y que aun cuando la decisión se discuta en la OMC, obligará a cambiar el modelo productivo y abandonar el sistema de Siembra Directa que se aplicó durante décadas, y que demostró ser el más eficiente para cuidar el ambiente, reducir las emisiones de carbono, contaminar menos y ser más sustentable.
Señaló que, para la Argentina, el costo de cambiar hacia un modelo de agricultura convencional, con mayor uso de químicos y de aplicaciones mecánicas, con pérdida de materia orgánica de nuestros suelos y con una importante disminución en la productividad, puede estimarse sobre una base de 30 millones de hectáreas, en US$ 8.755 millones.
"Esta medida tiene un impacto muy negativo para los productores argentinos, nos dejaría sin posibilidad de seguir produciendo alimentos y seguramente impactará en la seguridad alimentaria dado que elevará los precios a nivel insospechados", aseveró.
"Hoy hay más de mil millones de personas que viven con menos de un dólar por día, no se pueden dar el lujo de perder sus fuentes de alimentación por un capricho proteccionista europeo", alertó Vigneau.