Ante el anuncio del gobierno de la provincia de Buenos Aires sobre un aumento del 50% en el impuesto inmobiliario rural para el año 2018, el Centro Argentino de Ingenieros Agrónomos (CADIA) elaboró un documento donde expresa su posición.
"El inmobiliario es uno de los impuestos más antiguos que existen y es lógico, porque hasta hace no mucho tiempo, la tierra era la principal fuente de riqueza de casi todo el mundo. Pero con el paso del tiempo esto cambió. Hoy, la tierra es una manifestación más de riqueza, pues otros bienes (muebles e inmuebles) pueden valer tanto o más que ella. Lo que sigue siendo indiscutible, es que implica capacidad económica y este es, justamente, el fundamento del impuesto inmobiliario. Ahora bien, como se sabe en el campo, la rentabilidad del negocio que se desarrolla "sobre la tierra", no siempre se condice con la presión impositiva de este tributo. Esto se debe a que, en nuestro país, las provincias adoptaron un sistema de imposición para el Inmobiliario, que no tiene en cuenta ni los costos, ni la rentabilidad de la producción, sino solamente la "valuación fiscal" de los inmuebles de todo tipo. La obligación es de las personas, no del inmueble. No se tiene en cuenta su situación personal para el impuesto, no importa si el dueño ganó o perdió plata en su explotación".
El gobierno de la provincia de Buenos Aires anuncia en su mensaje enviado a la Legislatura con el presupuesto 2018 que contempla en su propuesta de reforma impositiva que el impuesto inmobiliario tendrá una suba promedio del 56%. El inmobiliario rural, un 50%. Los campos de hasta 50 hectáreas quedarán eximidos y también la segunda cuota de los que sufrieron inundaciones, como las de este año. El presidente de CARBAP, Matías de Velazco criticó la suba pro-medio del 50%, "a priori es una mala noticia, es una barbaridad, no acompaña a la inflación". El secretario de la SRA, Abel Guerrieri manifestó "observamos con preocupación que es el doble de la inflación estimada para este año y más de cuatro veces la inflación proyectada por Banco Central para 2018".
Opinión
Como todo lo que se podía modificar para aumentar la recaudación se modificó y lo que no se podía también, el actual gobierno debió recurrir a una original estrategia; revaluar las partidas modificando los valores del coeficiente que surge del "911".
"En este punto como profesionales de la agronomía queremos manifestar nuestro desacuerdo, ya que el único parámetro que puede aumentarse es la cercanía a rutas asfaltadas en el caso que corresponda" señala el comunicado. "Los suelos no pueden estar más altos o el relieve suavizarse, si alguna mejora se produce es por acción del manejo del productor y no de Rentas de la provincia de Buenos Aires. Sí es posible que por erosión o salinización los suelos empeoren razón por la cual debiera bajar el coeficiente de aptitud. Sin embargo, el Estado provincial pretende aumentarlos y entendemos que lo hacen sólo con fines recaudatorios que se contradicen con los más elementales criterios agronómicos", agrega.
Y finalmente, también coincidimos con el especialista Santiago Sáenz Valiente cuando en su libro "Los impuestos del campo en Criollo "(2015) en las propuestas sobre este tema dice: "El revalúo de las tierras rurales en muchas provincias ha llevado a que la impresión impositiva por este impuesto resulte prácticamente insoportable para muchos productores. Así, en los últimos ejercicios, cada vez más productores caen en mora en el pago del impuesto inmobiliario, con la consecuente pérdida de los beneficios de buen contribuyente y la aplicación de intereses. Se propone entonces, una inmediata revaluación de las tierras rurales, de modo de ajustarlas a valores razonables y sostenidos en el tiempo, que permitan a los productores afrontar el pago de sus obligaciones en forma sensata. En este punto, es de especial relevancia que la valuación de las tierras rurales tenga en consideración su real aptitud productiva. Para tales fines, se propone tomar como referencia a los mapas de suelos del INTA (GeoINTA) a fin de ajustar la aplicación de este tributo a los principios de capacidad contributiva e igualdad. Asimismo, se propugna la inmediata derogación del impuesto inmobiliario complementario o multipropietario vigente en la provincia de Buenos Aires, por tratarse de un impuesto claramente violatorio, al desnaturalizar el impuesto inmobiliario que pasa a gravar el patrimonio de las personas".