"Si en Santa Fe se pudieran procesaran los efluentes de tambos, criaderos de cerdos yfeedlots para la generación de bionergía, se podría abastecer el 65% de la demanda energética de toda la provincia". Así lo indicó Maximiliano Morrone, director Nacional de Promoción de Energías Renovables, durante el CREATech que se está realizando entre hoy y mañana viernes en la ciudad de Córdoba, organizado por AACREA,
Morrone, quien integró un panel dedicado a las energías renovables, destacó que "más allá de la atractividad de su impacto positivo, las bioenergías permiten el tratamiento de los residuos de los procesos agropecuarios. Eso, su vez, permite el desarrollo regional, ya que se genera una economía circular alrededor de este tipo de tecnología".
Dentro de las iniciativas oficiales, el funcionario destacó el Plan Renovar, que ya inició su segunda etapa, y que busca lograr que el 20% de la matriz energética nacional se abastezca en base a fuentes renovables. "Todo esto redundará en un costo energético más accesible, que a su vez derivará en empresas agropecuarias más competitivas", señaló Morrone. "El potencial de la Argentina es enorme. Los recursos naturales, técnicos y humanos están. Lo que hace falta es un marco regulatorio. En eso estamos trabajando", añadió.
Durante el panel, se mostraron los logros de dos emprendimientos llevados a cabo en Córdoba. Uno de ellos está a cargo de Luis Picat, presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, quien comentó su experiencia con la utilización de biodigestores.
Un biodigestor es un contenedor cerrado, hermético e impermeable, dentro del cual se deposita materia orgánica, la cual, al degradarse, genera gas metano (o biogás) y un subproducto líquido que se puede utilizar como fertilizante, ya que es rico en nitrógeno, fósforo y potasio.
Picat posee un criadero porcino que funciona desde el 2006 y que hoy cuenta con unas 1000 madres. Tras analizar varias experiencias internacionales, en enero de este año tomó la decisión de iniciar la construcción de un biodigestor para canalizar productivamente todos los desechos. "Hoy el 70% de la energía que se consume dentro de la granja la podemos abastecer a través de ese aparato", explicó. "Así, logramos tener una tecnología igual a la alemana, pero made in Argentina".
"Nuestra idea es trasladar esa tecnología a otros productores para que la copien, ya que genera valor agregado, favorece el desarrollo de mano de obra especializada y optimiza el impacto ambiental. Nuestro objetivo es llegar a generar 180 kilowats por hora, utilizando sólo los residuos generados por nuestra granja". Como dato final, agregó:
El otro caso analizado fue el de Víctor Giordana, productor agropecuario, miembro fundador del CREA Monte Buey-Inriville y presidente del Grupo VG S.A. En su establecimiento, ubicado al norte de Jesús María, instaló una pequeña planta industrial, desarrollada por Porta Hnos, que procesa 40 toneladas de maíz por día para obtener etanol (el cual es adquirido por Porta Hnos) y burlanda (que se emplea en el feedlot de VG). "Se trata de un proyecto que usa tecnología nacional y que agrega valor en origen", explicó el empresario, que también tiene una explotación olivícola en Chilecito, La Rioja. "Nuestro feedlot experimentó un cambio notable. Integrar agricultura, ganadería y producción de energía en un mismo campo fue toda una aventura", destacó. A la hora de hablar de números, Giordana explicó que la inversión en la mini-planta elaboradora de etanol se acerca a los 3,5 millones de dólares (sin contar el feedlot).
La planta de Jesús María fue desarrollada en gran parte con tecnología nacional. Funciona las 24 horas y es manejada por un operario por turno. "Hoy, el negocio del etanol está en manos de unas pocas empresas. Sería bueno que se distribuyera en manos de muchos productores, diseminados en todo el país", expresó Giordana.