La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) presentará en 60 días una agenda de trabajo al gobierno nacional sobre cuestiones tributarias, logísticas, de infraestructura y de apertura de mercados, de manera de mejorar la competitividad de la industria, indicó a Télam el presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita), Eduardo Sancho.
"La realidad en el sector todavía está difícil, no solo por una caída en las exportaciones sino también por una retracción del 12 por ciento en el mercado interno. Pero vemos luces en un futuro tras la reunión que mantuvimos a mediados de setiembre con el presidente Mauricio Macri, quien nos invitó a reunirnos nuevamente en dos meses para plantearle una agenda de trabajo", indicó Sancho.
El presidente de Fecovita expresó que si bien Macri les dijo que "el Estado no tiene recursos económicos para aportar al sector, sí se puede eficientizar la actividad para que haya una reducción de gastos".
Las temáticas que están trabajando los productores aglomerados en Coviar para presentarle al Presidente tienen sus puntos principales en mejoras logísticas, tributarias y de infraestructura y en la apertura de mercados.
Si bien no anticipó peticiones puntuales sobre dichas problemáticas, Sancho puso el eje en los costos logísticos.
"El puerto de Buenos Aires es uno de los puertos más caros del mundo. Transportar la mercadería hasta allí sale lo mismo que un flete al puerto de Rotterdam, en Holanda. Esto nos resta competitividad. A nosotros nos sale más barato salir por Chile que por Buenos Aires. Hay muchos costos que generan ineficiencia", explicó Sancho, al mismo tiempo que manifestó su preocupación por impuestos como ingresos brutos y el que grava a débitos y créditos bancarios.
Otro punto sobre el que se está trabajando son las negociaciones internacionales, ya que Argentina perdió exportaciones de vino por 100 millones de dólares en los últimos 7 años.
Sancho sostuvo que Chile es uno de los principales competidores de Argentina y "tiene acuerdos de libre comercio con muchos países", que le permite sacar "mucha ventaja", por lo que es necesario "negociar con el mundo y abrir nuevos mercados".
Además, consideró que la falta de infraestructura es un limitante en la productividad, y mencionó, al respecto, que en Mendoza hay 17.000 productores vitivinícolas que no cuentan con un servicio de agua constante".
"Es necesario que se hagan embalses y eso lo debe hacer el Estado. Una vez hecho eso, contar con el agua no dependerá de una cuestión de oferta sino que se contará con el agua cada vez que uno lo demande y así hacer más eficiente y productivo los trabajos en los viñedos", aseguró.
Otra cuestión a tratar son las reglamentaciones por parte del Instituto Nacional de Vitivinícultura (INV) que el presidente de Fecovita, entidad que agrupa a más de 5.000 productores y 54 bodegas, considera como "exageradas".
"No estamos en contra de las regulaciones, pero hay exageraciones que nos quitan competitividad. Por ejemplo, hay una calificación que exige un mínimo de color para poder enviar un producto al mercado. En ese caso hay que ver si es necesario, porque eso lo tendría que decidir la marca en función de los consumidores", aseveró.
Por otro lado, Sancho puntualizó que el aumento en la importación de vino procedente de Chile "fue necesaria y beneficiosa para los productores", aunque generó descontento en algunos productores y dirigentes políticos de las provincias productoras.
"El escándalo que hicieron con las importaciones correspondió a una cuestión meramente política. Fue necesaria y beneficiosa para el productor para no perder el mercado. Es mentira que correspondió a una política económica de apertura", afirmó Sancho.
A su criterio, "el año pasado hubo falta de producción y algunos especuladores aumentaron desmedidamente el precio, por eso se produce la importación", y destacó que "este año no hizo falta importar vinos porque ya se regularizo el mercado"