La venta de leche y derivados en el mercado interno se retrajo 4,5% en el primer semestre del año con respecto al mismo período de 2016, según un informe elaborado por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Entre enero y julio pasado, el consumo de leche fue de algo más de 1.184 millones de litros contra 1.240 millones de igual período anterior.
La principal baja en ventas en el mercado interno se produjo en el ítem leche refrigerada, que se contrajo 22,1% hasta los 348 millones de litros en comparación con los 446,7 millones de litros consumidos en los primeros seis meses de 2016.
En tanto, el consumo de quesos rallados, en polvo, fundidos y otros bajó 35,1%; el de manteca retrocedió 18,8%; y en las leches chocolatadas o saborizadas la merma fue de 9,7%.
Por el contrario, se registró un aumento en el consumo de quesos de muy alta humedad, que creció alrededor de 265% -al pasar de 7.291 toneladas a 26.612 toneladas-, una mejora explicada por "una recategorización de productos y no por un incremento de ventas".
También experimentó un alza del 58,6% en la leche en polvo descremada al pasar de 7.282 toneladas a 11.550 toneladas; y de 56,2% en la variedad entera y semidescremada, que pasó de 23.990 toneladas a 37.477 toneladas.