En medio de la apretada agenda del 25 Congreso de Aapresid, que en esta oportunidad se desarrolla en forma simultánea con el 7º Congreso Internacional de Agricultura de Conservación, el presidente de la institución, Pedro Vigneau, brindó una conferencia de prensa en la que resumió el espíritu de este nuevo encuentro y desgranó algunos conceptos sobre la actualidad y el futuro en materia de agricultura sustentable.
Lo hizo junto a Edgar Ramírez, miembro de la Comisión Directiva, quien realizó valiosos aportes al respecto. Vigneau definió al concepto de "Kairos", que es el lema elegido para esta edición en referencia al dios griego que media la calidad del tiempo. "La elección tiene que ver con que estamos viviendo un tiempo distinto que exige que repensemos la presión a la que sometemos a los recursos naturales y que seamos responsables sobre lo que hacemos para evitarlo porque en eso va la vida de las próximas generaciones", dijo. Hizo también referencia a la velocidad con que se suceden los avances científicos y consideró que se hace imprescindible trabajar en red para acoplarse a ese ritmo.
"Para 2020 el conocimiento se va a duplicar en tres años", dijo, parafraseando a una expositora que participa del Congreso. Al respecto, advirtió que si no cuidamos las tecnologías de que disponemos tendremos problemas y que el aporte que hace Aapresid en ese sentido representa docencia y una mejora en la comunicación.
Ramírez introdujo entonces una autocrítica: "Como productores sabemos cómo se hacen las cosas y, por simplicidad, muchas veces hacemos la vista gorda. Eso es algo que tenemos que cambiar, tanto nosotros como los comercializadores", dijo, y a modo de ejemplo citó la "glifosato-dependencia" que reinó por mucho tiempo.
"Hoy le exigimos a nuestros proveedores que tengan buenos refugios, por ejemplo. En eso la responsabilidad tiene que ser compartida", dijo. Vigneau profundizó su mirada sobre la forma en que el productor debe acoplarse a los saltos cualitativos del conocimiento y destacó que la biodiversidad fue un desafío ante la "commoditización", con poca rotación de cultivos. En ese sentido valoró que los cultivos de servicio -cada uno con su particularidad- son una herramienta que abre oportunidades insospechadas. "No se trata de una receta, porque hay que ver qué especie se adapta mejor a cada ambiente", puntualizó. Consultado sobre si el pequeño productor está dispuesto a sumarse a estos nuevos conceptos, Vigneau prefirió no generalizar y fue categórico: "O vamos a planteos sustentables o no vamos a ningún lado". Al ejemplificar el modo en que solemos desaprovechar oportunidades, remarcó que India tiene 11 millones hectáreas de soja y cosecha 10 millones de toneladas. "Nosotros no la tenemos difíciles", acotó.
Tras recordar que los avances en materia de agricultura sustentable llevan 30 años de desarrollo, apuntó que aún persiste la monocultura y que el desafío de entidades como Aapresid es contar "por qué, cuáles son las oportunidades que se abren. "Hay que monetizar esto para que se vea que es un proceso que rinde y demostrar que las herramientas están y que sólo tenemos que cual se adapta mejor a cada productor", dijo.
A raíz de una consulta sobre el problema hídrico y el manejo del suelo, la conferencia también incluyó un interesante contrapunto sobre si las buenas prácticas agrícolas deben imponerse por medio del rigor del Estado (mediante normativas) o si es una cuestión librada a la responsabilidad de cada productor. "La solución es el equilibrio", respondió Vigneau, y consideró que nuestro país se caracteriza por oscilar entre un exceso regulatorio y la falta total de reglas de juego. "Se trata de meter ciencia, de dialogar y concientizar porque estamos en plena evolución en estos temas", agregó.
Por su parte, Ramírez aportó que el trabajo a largo plazo y en equipos y junto con los gobiernos aparece como la mejor solución. A modo de ejemplo de la falta de articulación de conocimiento y trabajo conjunto afirmó que "en genética nos estamos quedando atrás y perdiendo productividad porque al semillero le conviene trabajar con Brasil". "Necesitamos pagar por la genética y es algo que se tiene que comprender de una vez", dijo.
El presidente de Aapresid sostuvo que la propiedad intelectual en la era del conocimiento es "el primer jalón de la propiedad privada" y que debe encontrarse la forma de resguardar este conocimiento para que tenga su retribución futura. "Hoy vemos que nos perdemos las oportunidades, como el yuyo colorado, que se podría solucionar. El pago de regalías es una buena práctica, está dentro de nuestro protocolo de Agricultura Certificada", dijo.
En otro tamo de la exposición, Vigneau afirmó que el objetivo de ir a planteos sustentables requiere un enfoque de sistema, ver qué pasa entre un cultivo y otro cuando se hace la rotación como análisis de un plan de siembra. "Los cultivos de servicios abren un buen panorama y es necesario tomar decisiones más allá del margen bruto. Eso es algo en lo que queremos poner el foco y generar conciencia", subrayó.
En cuanto al acompañamiento del gobierno nacional al sector, Ramírez recordó que las retenciones siguen siendo un "impuesto distorsivo" y destacó el compromiso de esta gestión para encarar una reforma tributaria. Por último, Vigneau acotó que existe un diálogo fluido con las autoridades del gobierno y consideró que es necesario seguir buscando por medio de acuerdos y consensos "el clima necesario para invertir en generar oportunidades".
Foto: ArDig String agro.
